Danielle, estudiante de último año de la universidad, y Max, su amante, tienen relaciones sexuales antes de que ella se apresure a asistir a la shiva con sus padres, Joel y Debbie. Antes de la shiva, en casa de su tía Sheila, Danielle es instruida por su madre sobre cómo responder a las preguntas sobre su desorganizada vida. Dentro de la casa, los miembros de la comunidad judía ampliada local la comparan con su ex novia Maya, que es adorada por los vecinos y se dirige a la facultad de Derecho. Llega Max, un antiguo colega de Joel, y Debbie insiste en presentarle a Danielle con la esperanza de que uno de los familiares de Max la contrate. Tienen un intercambio incómodo y Debbie le revela a Danielle que Max está casado, sorprendiéndola.

Agobiada por los vecinos entrometidos, Danielle se ve aún más afectada por la llegada de la aparentemente perfecta pero no judía esposa de Max, Kim, y su bebé, Rose. Tras rasgarse accidentalmente las medias y hacerse daño en la pierna, Danielle se retira al baño donde se hace una foto en topless y se la envía a Max. Ella es interrumpida y accidentalmente deja su teléfono en el baño. Incapaz de apartar la vista de Max y su familia, se ofrece a limpiar el vómito de una habitación contigua para poder escapar. Maya acude a ayudar y sorprende a Danielle mirando repetidamente a Max. Ella confunde la mirada con una dirigida a Kim e intenta calibrar el interés de Danielle, mientras ésta trata de desestimar el atractivo y el éxito de Kim.

Danielle es presentada a regañadientes a Kim, que está interesada en entablar conversación con ella y contratarla, aunque Danielle está celosa y rechaza su oferta. También se revela que Kim es el sostén de la familia y, por tanto, financia sin saberlo el acuerdo de Max con Danielle. Kim empieza a sospechar cuando se da cuenta de que Danielle lleva la misma pulsera cara que Max le había regalado. Max derrama café sobre Danielle, lo que la lleva a tener una breve charla con su madre. Maya también intenta hablar con ella, pero Max las interrumpe; molesta, Maya revela en voz alta detalles de su relación pasada con Danielle, mientras Max intenta determinar si Danielle sigue interesada románticamente en él. Entonces, ella le sigue hasta el baño de arriba e intenta hacerle una mamada, pero él se marcha. Molesta, Danielle sale y encuentra a Maya fumando al lado de la casa. Las dos admiten que se echan de menos y se besan apasionadamente. Maya está excitada, pero más tarde encuentra el teléfono de Danielle en el baño y lee las notificaciones de la aplicación Sugar Baby; enfadada, se burla de Danielle por el teléfono sin revelar dónde está. La ansiedad de Danielle aumenta cuando vuelve a encontrar a Kim con sus padres, manteniendo una conversación comedida en la que se comporta de forma errática e insinúa que Max utiliza el apartamento vacante de la pareja en el SoHo como piso de soltero. Cuando Kim pregunta si Danielle está saliendo con alguien, Joel empieza a hablar de su vida amorosa fallida en el pasado e implora a los invitados cercanos que canten una canción que le cantaban a ella cuando era un bebé; Danielle se siente infantilizada y se imagina estresada a Kim cantando con ella, alardeando de su relación con Max.

Los invitados se reúnen entonces para rezar, con Rose gritando hasta que Kim se la lleva. Max sigue a Danielle a la cocina después, y discuten sobre el fin de su acuerdo. Kim aparece y le dice a Max que deben ir a casa, y Danielle se va a preguntar a sus padres si pueden ir a casa también. Momentos después, Kim encuentra a Danielle para devolverle el teléfono, e intenta obligarla a sostener a Rose, diciendo que necesita ayuda para alimentarla. Danielle intenta negarse mientras Max llega y discute con Kim sobre el bebé, lo que empuja a Danielle a derribar accidentalmente un jarrón. Danielle intenta limpiar el desorden pero tiene una crisis de nervios en el suelo delante de los invitados, y es consolada por su madre y Maya. Debbie sugiere que usen la excusa de ayudar a una anciana a llegar a su coche para marcharse, y Maya y Danielle vuelven a conectar mientras llevan la comida fuera. Todos se convencen de volver a casa en la furgoneta sobrecargada de Joel, con el bebé de Kim y Max chillando mientras Joel lucha por encontrar sus llaves. Maya y Danielle se cogen cariñosamente de la mano en la parte trasera y se sonríen.