En Los Ángeles, Ben Thomas reprende a un representante de ventas, Ezra Turner, por teléfono. Ezra, que es ciego, mantiene la compostura y termina amablemente la llamada. En una oficina de Hacienda fuera de horario, Ben investiga a Emily Posa y descubre que está siendo tratada por un defecto cardíaco congénito. Su hermano llama, pero niega haber cogido algo de su casa.

En una residencia de ancianos, Ben se presenta como agente de Hacienda. El administrador Stewart Goodman se jacta de haber recortado gastos a pesar de haberse comprado un nuevo BMW. Después de haber pagado un trasplante de médula ósea sin éxito, Stewart pide una prórroga a Hacienda hasta que pueda recibir una bonificación. Ben pregunta a una residente llamada Inez si Stewart es un "buen hombre", y ella le revela que la castiga negándose a bañarla. Ben lleva a Inez al baño él mismo, negando airadamente la petición de Stewart de una prórroga.

Ben le dice a Emily que está siendo auditada, la sorprende en su casa para ayudarla con sus deudas, y comienzan a estrechar lazos. Se muda a una habitación de motel, donde guarda una medusa de caja mortal.

Ben pregunta a Holly, una trabajadora de los servicios para niños y familias, por alguien a quien pueda ayudar. Ella lo dirige a Connie Tepos, una inmigrante hispana atrapada en una relación abusiva. Ben visita a Connie y la insta a actuar, dejándole su tarjeta de visita. Le dona un riñón a George, un entrenador de hockey juvenil que ha conseguido becas parciales para que algunos de sus jugadores vayan a la universidad.

Cuando Emily es llevada de nuevo al hospital, Ben la consuela con una historia sobre un niño llamado Tim y su hermano pequeño, y pasa la noche junto a su cama. Golpeada por su novio, Connie llama a Ben, que le da la escritura de su propia casa, proporcionándole a ella y a sus hijos un hogar seguro.

Emily es incluida en la lista de prioridades para un trasplante de corazón y Ben se la lleva a casa. Al principio rechaza sus intentos de acercarse, pero más tarde se disculpa y ella le enseña su taller de impresión tipográfica. En el hospital, Ben dona médula ósea para ayudar a tratar a Nicholas, un joven paciente. Emily invita a Ben a su casa; tras una velada romántica, él le muestra que ha reparado su antigua imprenta y se besan. El hermano de Ben llega, revelando que es el verdadero agente de Hacienda Ben Thomas; "Ben" es en realidad Tim, que robó la identidad de su hermano temporalmente. Tim empieza a marcharse, pero pasa la noche con Emily.

Después de que Emily se duerma, Tim va al hospital, donde su médico le explica que su raro tipo de sangre hace casi imposible encontrar un órgano de un donante viable. Tim llama a su amigo de toda la vida, Dan Morris, que ha prometido ejecutar el testamento de Tim, y le anuncia: "Ha llegado la hora". Al volver a su habitación de motel, Tim llama a Ezra, para disculparse y explicarle que su anterior llamada grosera era para asegurarse de que Ezra era una persona decente, y que Dan se pondrá en contacto con él para hacerle un "regalo". A continuación, llama al 9-1-1 para informar de su inminente suicidio.

Se revela que Tim, que en su día fue un exitoso ingeniero aeronáutico, envió un mensaje de texto mientras conducía y colisionó con una furgoneta, matando a los seis ocupantes y a su prometida. Sumergido en una bañera de agua helada, Tim se deja picar hasta la muerte por las medusas. Su suicidio, cuidadosamente planeado, preserva sus órganos.

Atormentado por la muerte de estas siete personas, Tim pudo salvar la vida de otras seis con sus órganos: Ben requirió un trasplante de lóbulos, Holly recibió parte de su hígado, George un riñón, Nicholas recibió médula ósea, Emily su corazón y Ezra sus ojos. La séptima, Connie, recibió el hogar de Tim, lo que le permitió a ella y a sus hijos escapar de una relación abusiva. Emily conoce a Ezra, que ahora es profesor de música y tiene los ojos de Tim. Ezra se da cuenta de quién es ella por la cicatriz de la operación de corazón, y se abrazan.