Final de Siete años en el Tíbet
(1997)
Final de Siete años en el Tíbet (1997)
"Al final de su viaje comienza su auténtica aventura."
Título original: Seven Years in Tibet
Sinopsis
Heinrich Harrer fue un famoso alpinista austríaco, que intentó la ascensión al Nanga Parbat; pero, desgraciadamente, su aventura se vio bruscamente interrumpida por el estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Tanto él como su compañero Peter Ausehnaiter fueron recluidos en un campo de concentración, del que lograron escapar a través de las montañas.
Jean-Jacques Annaud
Director
John Williams
Compositor
Robert Fraisse
Fotógrafo
Iain Smith
Productor
Reparto principal

Brad Pitt

Jamyang Jamtsho Wangchuk

David Thewlis

BD Wong

Mako

Lhakpa Tsamchoe
Como acaba Siete años en el Tíbet
En 1939, el alpinista austriaco Heinrich Harrer (Brad Pitt) deja atrás a su mujer embarazada para unirse a Peter Aufschnaiter (David Thewlis) en un equipo que intenta hacer cumbre en el Nanga Parbat, en el Raj británico (actual parte de Pakistán). Cuando comienza la Segunda Guerra Mundial en 1939, las autoridades los detienen por ser extranjeros enemigos y los encarcelan en un campo de prisioneros de guerra en Dehradun, en las estribaciones del Himalaya, en el actual estado indio de Uttarakhand. La esposa de Harrer, Ingrid (Ingeborga Dapkūnaitė), que ha dado a luz a un hijo que no ha visto, le envía los papeles de divorcio desde Austria, por entonces anexionada por la Alemania nazi.
En 1944, Harrer y Aufschnaiter escapan de la prisión y cruzan al Tíbet. Tras ser rechazados inicialmente por la aislada nación, consiguen viajar disfrazados a Lhasa, la capital tibetana. Allí se convierten en huéspedes de la casa del diplomático tibetano Kungo Tsarong (Mako). El alto funcionario tibetano Ngawang Jigme (BD Wong) también extiende su amistad a los dos extranjeros con regalos de trajes occidentales hechos a medida. Aufschnaiter se enamora de la sastre, Pema Lhaki (Lhakpa Tsamchoe), y se casa con ella. Harrer opta por permanecer soltero, tanto para centrarse en su nuevo trabajo de topografía como para no querer experimentar otra relación fallida.
En 1945, Harrer planea regresar a Austria al enterarse del final de la guerra. Sin embargo, recibe una fría carta de su hijo, Rolf, en la que rechaza a Harrer como su padre, lo que le disuade de abandonar el Tíbet. Poco después, Harrer es invitado al Palacio del Potala y se convierte en el tutor del 14º Dalai Lama (Jamyang Jamtsho Wangchuk) en geografía mundial, ciencia y cultura occidental. Harrer y el Dalai Lama acaban haciéndose amigos.
Mientras tanto, las relaciones políticas con China se agravan al hacer planes para invadir el Tíbet. Ngawang Jigme lidera el ejército tibetano en la ciudad fronteriza de Chamdo para detener el avance del Ejército Popular de Liberación. Sin embargo, acaba rindiéndose y hace volar el depósito de municiones tibetano tras la batalla unilateral de Chamdo.
Durante la firma del tratado, Kungo Tsarong le dice a Harrer que si Jigme no hubiera destruido el suministro de armas, la guerrilla tibetana podría haber mantenido los pasos de montaña durante meses o incluso años; el tiempo suficiente para pedir ayuda a otras naciones. También afirma que, para los tibetanos, la capitulación es como una sentencia de muerte. Mientras los chinos ocupan el Tíbet, Harrer condena a Ngawang Jigme por traicionar a su país, declarando terminada su amistad. Enfadado, Harrer humilla aún más al alto funcionario devolviéndole la chaqueta que Ngawang Jigme le regaló, un grave insulto en la cultura tibetana, y tirándolo al suelo antes de marcharse.
Harrer intenta convencer al Dalai Lama de que huya, pero éste se niega, pues no quiere abandonar a su pueblo. El Dalai Lama anima a Harrer a regresar a Austria y ser un padre para su hijo. Tras la ceremonia de entronización, en la que el Dalai Lama es formalmente entronizado como líder espiritual y temporal del Tíbet, Harrer regresa a Austria en 1951.
El hijo de Harrer, Rolf, se niega a conocerlo al principio, pero Harrer le deja una caja de música que el Dalai Lama le regaló y esto despierta el interés del niño. Años más tarde, Harrer y Rolf (ahora un adolescente) son vistos escalando la montaña juntos, lo que sugiere que han arreglado su relación.