Lola, que trabaja como cantante de un club nocturno en el Cielo, es enviada por su jefa Marina en una misión a la Tierra para salvar el alma de un boxeador español llamado Manny. Con el cerebro dañado en su último combate, cualquier golpe puede acabar con él, está muy endeudado y tiene tendencias suicidas. Lola aparece como su antigua amante, deseando volver a estar con él, e intenta que se reconcilie con su madre. Sin embargo, vivir con él y sus cambios de humor es un trabajo duro, ya que es un machista total interesado en poco más que el boxeo, la comida y el sexo.

Carmen, que trabaja como camarera en el infierno, es enviada por su jefe Davenport para que Manny vuelva a subir al ring. Se presenta como su prima y se queda con la habitación libre del piso. Mientras Lola hace de ama de casa mansa, Carmen es llamativa y lesbiana. Durante el día, tanto ella como Lola aceptan trabajos en un hipermercado, donde simpatizan con el personal oprimido y desprecian a la corrupta dirección.

Manny, además de sentirse culpable por la ruptura con su madre, es acosado regularmente por un par de pesados de paisano enviados por un jefe de policía corrupto al que debe dinero. Mientras la angelical Lola intenta ganar tiempo, la diabólica Carmen le dice a Manny que podría ganar el dinero si vuelve a pelear.

El infierno se está llenando y hay serias divisiones entre los directivos. En un esfuerzo por salvar su posición, Davenport hace un trato secreto con Marina, a quien admira mucho. Su argumento es que sin el Cielo no habría Infierno, y viceversa. La gente en la Tierra, considera, debería tener libertad de elección. Así que en este caso se alegra de que Manny elija el Cielo, que se está quedando peligrosamente vacío, y le dice a Carmen que trabaje con y no contra Lola.

Las dos mujeres deciden robar el hipermercado y dar la recaudación a Manny, que podrá pagar a la policía con el dinero robado y no tendrá que volver a pelear. Tras sustraer la recaudación del día de la caja a punta de pistola, intentan salir por la tienda abarrotada de gente, hasta que dos de los directivos empiezan a disparar. Al final, las mujeres consiguen escapar con el dinero, pero al volver al piso de Manny encuentran al policía corrupto allí con él. Después de que éste permita a las dos escapar de la trampa, los policías lo matan a golpes.

Por ese último sacrificio, tras un debate se le permite entrar en el cielo. Pero Lola y Carmen son atrapadas y encerradas en una prisión española durante tres años. Al ser liberada, Carmen consigue un ascenso en el Infierno muy superior a su condición de camarera y se le concede su deseo de volver a ser un hombre.