La familia Yokoyama se reúne cada año para conmemorar la muerte del hijo mayor, Junpei, que se ahogó accidentalmente hace 12 años mientras salvaba la vida de un niño. A su padre, Kyohei, médico jubilado, y a su madre, Toshiko, se unen su hijo superviviente, Ryota, que se ha casado recientemente con una viuda (Yukari) con un hijo pequeño (Atsushi), y su hija Chinami, su marido y sus hijos. Ryota se resiente al saber que Junpei era el hijo predilecto, cuyas pertenencias aún no han sido tocadas por Toshiko, y que sus padres atribuyen a Junpei recuerdos positivos de él; un amargado Kyohei, que sigue llorando a su hijo, siempre se ha sentido decepcionado porque Ryota se dedicara a la restauración de arte en lugar de convertirse en médico y hacerse cargo del negocio familiar como Junpei. Mientras tanto, Chinami impulsa la idea de trasladar a su familia a casa de sus ancianos padres para cuidar de ellos.

Kyohei y Toshiko se muestran inicialmente distantes y fríos con Yukari, creyendo abiertamente que da mala suerte que Ryota se case con una viuda, pero finalmente se acercan a ella y al tímido Atsushi gracias a la amabilidad de Yukari y a su empeño en crear vínculos. La familia pasa el día recordando y hablando de sus vidas personales y sus carreras, aunque Ryota sólo revela en privado a Yukari que está luchando por encontrar un empleo remunerado en su campo de la restauración de arte. Ryota trata de enfrentarse a su padre después de que sorprenda a Kyohei aconsejando a Atsushi que se dedique a la medicina, pero Kyohei rechaza sus intentos. Por la noche, reciben la visita de Yoshio, el chico al que Junpei murió rescatando hace 12 años. El encuentro es tenso e incómodo; la mayor parte de la familia está enfadada y decepcionada porque Yoshio, ahora con 25 años, es gordo, vago y sin rumbo, y creen que debería haber muerto en lugar de Junpei. Sólo Ryota, que empatiza con el hecho de sentirse inferior a Junpei, le defiende y le implora a Toshiko que deje de invitarle y de hacerle sentir culpable por la muerte de Junpei. Toshiko se niega, diciéndole que la muerte de Junpei sería demasiado para soportar sin tener a alguien a quien culpar por ello, y que que le recuerden la muerte una vez al año es lo menos que puede hacer Yoshio.

Chinami y su familia se marchan a casa, y el resto de la familia se reúne para cenar. Yukari hace preguntas sobre el matrimonio de Toshiko y Kyohei, que revela años de resentimiento y decepción mutuos, aunque la pareja sigue unida. Toshiko revela la canción romántica personal de la pareja, Blue Light Yokohama de Ayumi Ishida, que Kyohei desconocía. Toshiko explica que una noche escuchó a Kyohei cantar la canción desde la casa de otra mujer, y que entonces Toshiko compró un disco del álbum de la canción y la escuchaba en privado. Por la noche, una mariposa entra en la casa y se posa en el cuadro de Junpei; Toshiko cree que es Junpei, y aunque Ryota es demasiado cínico para estar de acuerdo, captura y suelta la mariposa fuera. Toshiko aconseja a Ryota que tenga un hijo con Yukari lo antes posible para que les resulte más difícil divorciarse. Durante la noche, la vecina de los Yokoyama hace una llamada de emergencia debido a dolores en el pecho, y Kyohei, angustiado, le aconseja que llame a una ambulancia y se disculpa por no ser de más ayuda antes de ver cómo se la llevan al mismo hospital que había dejado fuera de juego a su clínica familiar.

Ryota, Yukari y Atsushi se marchan por la mañana. Aunque Kyohei y Toshiko están deseando verlos para el Año Nuevo, Ryota y Yukari acuerdan en privado incumplir la cita. Mientras se alejan, Ryota explica en una voz en off que Kyohei murió unos años más tarde, y que Toshiko falleció poco después, sin que Chinami se haya mudado ni Ryota haya cumplido las promesas que les hizo antes durante la reunión. La película termina con la familia de Ryota -que ahora incluye una hija pequeña- cuidando las tumbas de la familia Yokoyama, y Ryota continúa con los mismos rituales y dichos que había aprendido de su madre.