En 2011, Filippo Malgradi es un diputado italiano implicado en un proyecto de ley para cambiar la clasificación de ciertas zonas administrativas; su objetivo es permitir un proyecto inmobiliario en Ostia para que se convierta en una ciudad similar a Las Vegas. Tiene estrechas relaciones con un jefe del crimen local -conocido como "Samurai", un antiguo terrorista neofascista militante convertido en delincuente profesional bajo la tapadera de un incauto propietario de una estación de bombeo- que también tiene profundos intereses en el proyecto inmobiliario. Samurai tiene vínculos privilegiados con el Banco del Vaticano, que financiará el proyecto para obtener beneficios.

En una habitación de hotel, Filippo confraterniza con dos prostitutas, Sabrina y Jelena; Jelena, que es menor de edad, muere de intoxicación. Cuando Filippo huye al intentar deshacerse del cadáver con la otra prostituta, ella llama a Alberto "Spadino" Anacleti para que le ayude a deshacerse del cuerpo arrojándolo a un embalse.

Spadino procede de una familia de gitanos que hizo fortuna por medios violentos como prestamistas y cobradores de deudas. Prestan dinero al padre de Sebastiano, un proxeneta que organiza fiestas secretas en su villa familiar para miembros importantes de la alta sociedad italiana. El padre de Sebastiano se suicida al no poder pagar sus deudas, y Manfredi Anacleti, el patriarca de la familia Anacleti, convoca a Sebastiano para convencerle de que renuncie a todos sus bienes para pagar las deudas de su padre.

Spadino decide chantajear a Filippo para que le compre drogas y prostitutas a él y a su familia. Filippo pide a Aureliano "Número 8" Adami que intimide a Spadino, pero el enfrentamiento se vuelve más violento de lo esperado y Aureliano mata a Spadino dejando a Manfredi Anacleti enfurecido y sediento de venganza.

Aureliano es un matón local que controla el objetivo del proyecto inmobiliario permitido por el proyecto de ley en discusión. Su padre también era un delincuente y un amigo íntimo de Samurai. Ha acordado con Samurai un reparto de beneficios siempre que convenza a los propietarios de los pequeños negocios locales para que vendan sus propiedades a precio de saldo a Samurai. Aureliano está enamorado de una drogadicta llamada Viola.

Sabrina, temiendo por su vida, pide ayuda a Sebastiano, que la deja quedarse en su casa. Ella le revela el nombre del asesino de Spadino y él decide decírselo a Manfredi a cambio de clemencia y de la villa de su familia. Los secuaces de Anacleti intentan sin éxito matar a Aureliano. Temeroso de que una guerra total entre Aureliano y Manfredi pueda amenazar sus intereses inmobiliarios, el Samurai decide intervenir entre ambos para poner paz. Mientras tanto, Manfredi se entera del proyecto inmobiliario y también quiere su parte en el negocio.

Manfredi chantajea a Sebastiano para que le entregue a la prostituta Sabrina; a su vez, Sabrina le dice a Manfredi Anacleti el nombre del político que está detrás del proyecto, que revela que es Filippo. Manfredi irrumpe en el apartamento de Filippo y toma a su hijo como rehén, exigiendo una participación en el negocio. Filippo, enfurecido, pide protección a Samurai. Samurai, que no quiere perder la transacción, intenta razonar con Aureliano, pero éste le dice a Samurai que "es viejo y anticuado". Samurai, ofendido por las palabras de Aureliano y temeroso también de que el Vaticano se eche atrás en la financiación del proyecto, decide matarlo a él y a sus secuaces. Durante el tiroteo, Viola se esconde y consigue escapar. Decide compartir los beneficios sólo con Manfredi.

Manfredi se retracta de su promesa de devolver la villa familiar a Sebastiano, y golpea duramente a éste. Sin embargo, el cuerpo de Jelena aparece en la orilla y Filippo es advertido de que la justicia puede investigarlo. Mientras tanto, Sebastiano, enfurecido, agrede a Manfredi cuando llega a su casa por la noche, lo golpea y lo encierra en la jaula de los feroces pitbulls del propio Manfredi. Tras la aprobación del proyecto de ley, el Primer Ministro renuncia a su cargo, lo que pone en peligro la inmunidad parlamentaria de Filippo, dejándolo potencialmente a merced del sistema judicial. Finalmente, Samurai es asesinado por Viola mientras sale del apartamento de su madre.