Al darse cuenta de que la batalla de titanes en Metrópolis no conseguirá más que muerte y destrucción para la ciudad y sus habitantes humanos, Superman vuela a su Fortaleza de la Soledad en el lejano norte. Los supervillanos le siguen de cerca, con Lois Lane y Lex Luthor a cuestas.

Tras intentar luchar en la Fortaleza de la Soledad, los supervillanos amenazan con matar a Lois a menos que Superman se rinda. Entra en la cámara que le ha quitado sus poderes antes en la película, pero se ha anticipado a este movimiento y ha invertido sus efectos: la cámara le protege de perder sus poderes, mientras que los supervillanos que están fuera de la cámara pierden los suyos.

Superman finalmente se arrodilla ante el General Zod, sólo para aplastar su mano y arrojarlo a una profunda grieta. Non intenta volar para rescatar a su maestro, sólo para caer él mismo en otra grieta.

Finalmente, Lois golpea a Ursa, que cae en otra grieta. Superman y Lois vuelan de vuelta a Metrópolis, dejando al traidor Lex Luthor a su suerte.

De vuelta a Metrópolis, Superman hace que Lois olvide su identidad secreta con un superbeso para evitarle la desesperación de saber que nunca podrán estar juntos. Vuelve a ser, y para siempre, Superman, y ata un par de cabos sueltos más al final de la película.