Final de Tacones lejanos
(1991)
Final de Tacones lejanos (1991)
"Una madre, una hija y un amante. Las relaciones pueden matar."
Título original: Tacones lejanos
Sinopsis
El marido de Rebeca (Victoria Abril) fue en otros tiempos el gran amor de su madre, la diva "Becky del Páramo" (Marisa Paredes). Cuando éste muere asesinado, madre e hija vuelven a encontrarse. El juez que lleva el caso (Miguel Bosé) es por la noche una drag-queen que imita a Becky.
Pedro Almodóvar
Director
Ryuichi Sakamoto
Compositor
Alfredo Mayo
Fotógrafo
Reparto principal

Victoria Abril

Marisa Paredes

Miguel Bosé

Anna Lizaran

Cristina Marcos

Mayrata O'Wisiedo
Como acaba Tacones lejanos
Rebeca, una locutora de televisión, espera ansiosa en el aeropuerto de Madrid el regreso de su madre, Becky del Páramo, una famosa cantante de antorchas, que vuelve a España tras una estancia de quince años en México. Mientras espera, Rebeca recuerda incidentes de sus primeros años de vida en los que su madre, preocupada por su carrera y su vida sentimental, la descuidaba y rechazaba.
Desde entonces, Rebeca se ha convertido en presentadora de un canal de televisión propiedad de su marido Manuel. La intensidad de la reunión familiar se acentúa porque, muchos años atrás, Manuel fue uno de los amantes de Becky. La noche de su regreso, Becky, Rebeca y Manuel cenan y luego salen a ver a Letal, una imitadora cuyo número se basa en Becky. Desde hace algún tiempo, Rebeca acude a ver los conciertos cada vez que echa de menos a su madre. Entre bastidores, Rebeca ayuda a Letal a quitarse el disfraz y, arrodillada frente a él, queda impresionada por su virilidad. Letal aprovecha la situación y hacen el amor. Manuel, que ya no ama a su mujer, quiere volver a acostarse con Becky y divorciarse de Rebeca.
Un mes después, Manuel es asesinado en su villa. Había pasado la noche primero con su amante Isabel (también intérprete de lengua de signos de Rebeca en el telediario) y luego con Becky que, convertida de nuevo en su amante, había venido a anunciarle que todo había terminado entre ellos porque se había enterado de su otra amante. Fue Rebeca quien descubrió el cadáver. El juez de instrucción, Domínguez, sabe que su relación no se ha recuperado desde que Rebeca descubrió que Becky se veía con Manuel, y centra sus sospechas en madre e hija.
El día del funeral de Manuel, Rebeca confiesa su asesinato en directo en la televisión, mientras lee las noticias. Inmediatamente es encarcelada, pero el juez de instrucción parece desesperado por demostrar su inocencia a pesar de todas las pruebas. Becky regresa al escenario madrileño mientras Rebeca pasa su primera noche en prisión. En la cárcel, escucha por la radio cómo su madre le dedica a Rebeca las primeras canciones de su triunfal concierto. Una trabajadora social, Paula, se interesa especialmente por Rebeca; al igual que ella, tiene el corazón roto por la pérdida de su novio Hugo. Rebeca ve una foto de Hugo desnudo que Paula lleva consigo, y piensa que Letal y Hugo son la misma persona.
El juez dispone que Becky vea a su hija, y Rebeca niega ahora el asesinato de Manuel. Madre e hija se confiesan su desamor, sus celos y sus secretos. Rebeca establece una comparación entre ella y la hija de la película Sonata de Otoño, en la que la madre de la niña, una destacada pianista, le pide que toque el piano y luego la humilla diciéndole cómo mejorar su interpretación. Rebeca sugiere que ella también se ha sentido siempre inferior a Becky, y se ha visto obligada a competir con ella, ganando sólo una vez al casarse con Manuel. Pero incluso esta victoria le fue negada finalmente, cuando Becky comenzó un romance con Manuel. Rebeca admite que, hace quince años, su deseo de estar más cerca de Becky la llevó a asesinar a su padrastro, y también tuvo algo que ver en su asesinato de Manuel, a quien veía como usurpando el afecto de su madre. El alcance de la fijación de Rebeca y lo ilimitado de su adoración son demasiado para el frágil corazón de Becky, y su estado empeora. De vuelta a la cárcel, Rebeca descubre que está embarazada de Letal. De inmediato, el juez la pone en libertad a pesar de la falta de nuevas pruebas.
Rebeca va a ver la última actuación de Letal. En el camerino descubre que él es el juez, siendo Letal uno de sus disfraces y Hugo otro. Él le explica que su disfraz era sólo una estrategia de investigación y, sabiendo de su embarazo, le pide que se case con él. Mientras Rebeca se esfuerza por asimilarlo, ven una emisión de televisión relacionada con el repentino ataque al corazón de Becky. Corren al hospital, donde Rebeca confiesa haber asesinado a Manuel, pero Becky decide asumir la culpa para que su hija quede libre. Cuando llevan a Becky a su casa para que muera, Rebeca le da la pistola y Becky deja sus huellas en ella, incriminándose así y estableciendo la inocencia de Rebeca. Cuando Rebeca oye los tacones altos de las mujeres que pasan por la calle, le dice a su madre que el sonido le recuerda a su madre volviendo a casa cuando era pequeña. Se da la vuelta y se da cuenta de que su madre ha muerto mientras hablaba.