Final de Tenemos que hablar de Kevin explicado
Cuando nace Celia, su madre Eva (Tilda Swinton) se da cuenta de que el comportamiento negativo de su hijo Kevin (Ezra Miller) aumenta. A medida que crece, su continua hostilidad sutil y el maltrato sigiloso hacia Celia aumenta.
Las alarma realmente comienzan a dispararse cuando el conejillo de indias de la familia aparece en el triturador de basura, seguido de un ‘accidente’ con lejía que deja a Celia ciega de su ojo izquierdo (con Kevin completamente frío ante esto).
Esto genera una brecha cada vez mayor entre Eva y su marido Franklin (John C. Reily), ya que Eva esta pensando en terminar su matrimonio (Kevin escucha esto en secreto).
Días antes de su decimosexto cumpleaños, Kevin compra varias cerraduras de bicicleta. Afirma que las venderá a sus compañeros de clase. En cambio, los usa para cerrar todas las puertas del instituto, lo que le permite hacer uso de sus habilidades de tiro con arco disparando a sus compañeros.
Eva aparece, justo cuando Kevin es siendo detenido (sonriendo). Cuando llega a casa, descubre que Kevin utilizó a su hermana y a su padre para practicar, dejándolos muertos en el césped, empapados por los aspersores.
Dos años después, en el aniversario de la masacre del instituto, Eva le pregunta por qué. Afirma que por cualquier razón que haya tenido antes, ya no lo sabe.