Final de Teniente corrupto

(1992)
Final de Teniente corrupto
"Jugador. Ladrón. Drogadicto. Asesino. Policía."

Título original: Bad Lieutenant

16/09/1992 (ES)Crimen, Drama96 min
Para mayores de 18 años
Dónde ver la película Teniente corrupto online

Sinopsis

Dura y polémica película sobre la corrupción policial. Un policía (Harvey Keitel) agobiado por las enormes deudas contraídas en el juego y que comete toda clase de abusos de autoridad, decide replantearse su vida y su profesión cuando investiga el caso de una joven monja que ha sido violada.

Abel Ferrara

Director

Ken Kelsch

Fotógrafo

Edward R. Pressman

Productor

Reparto principal

Harvey Keitel

Harvey Keitel

Brian McElroy

Brian McElroy

Frankie Acciarito

Frankie Acciarito

Peggy Gormley

Peggy Gormley

Stella Keitel

Stella Keitel

Dana Dee

Dana Dee

Como acaba Teniente corrupto

Después de dejar a sus dos hijos pequeños en la escuela católica, un teniente de la policía de Nueva York sin nombre (Harvey Keitel) consume cocaína y conduce hasta la escena de un doble homicidio en Union Square. El teniente encuentra a un traficante de drogas y le da una bolsa de drogas de la escena del crimen, fumando crack durante el intercambio; el traficante promete darle el dinero que gana con la venta de las drogas en unos días. En un apartamento, el teniente se emborracha y hace un trío con dos mujeres. Mientras tanto, una monja (Frankie Thorn) es violada dentro de una iglesia por dos jóvenes matones.

A la mañana siguiente, el teniente se entera de que ha perdido una apuesta en un partido de la Liga Nacional entre los Mets de Nueva York y los Dodgers de Los Ángeles. Intenta recuperar su dinero doblando su apuesta por los Dodgers en el siguiente partido. En otra escena del crimen, el teniente rebusca en el coche y encuentra algunas drogas que esconde en su chaqueta. Sin embargo, está demasiado impedido para asegurar las drogas y éstas caen a la calle delante de sus compañeros. El teniente trata de disimularlo indicándoles que introduzcan la droga como prueba.

En el hospital, el teniente espía el examen de la monja y se entera de que fue penetrada con un crucifijo. Más tarde, esa misma noche, detiene a dos adolescentes que utilizan el coche de su padre sin su conocimiento para ir a un club. Como no tienen carnet de conducir, el teniente le dice a una de las chicas que se agache y se levante la falda (Eddie Daniels), y a la otra (Bianca Hunter) que simule sexo oral mientras él se masturba. Al día siguiente, escucha la confesión de la monja a su sacerdote, donde dice que sabe quién la asaltó pero que no lo identificará.

Mientras bebe vodka y esnifa cocaína mientras conduce por Times Square, el teniente escucha los últimos momentos del partido de los Dodgers y dispara el estéreo de su coche cuando pierden. A pesar de no poder pagar la apuesta de 30.000 dólares, dobla su apuesta para el siguiente partido. Al escuchar la confesión de la monja, la oye decir que no tiene rabia por lo ocurrido y empieza a maldecir a Dios antes de romper a llorar y sollozar que quiere redimirse. El teniente bebe en un bar cuando los Dodgers vuelven a perder. Después de conseguir cocaína en un club nocturno, intenta doblar su apuesta una vez más. Su amigo se niega a hacer la apuesta, insistiendo en que el corredor de apuestas lo mataría.

El teniente recoge su parte de 30.000 dólares del traficante y llama al corredor de apuestas personalmente para hacer su apuesta. Quedan en encontrarse frente al Madison Square Garden. A continuación, visita a una mujer (Zoë Lund) y se droga con ella. En la iglesia, le dice a la monja que se vengará de sus agresores, pero ella le repite que los ha perdonado y se marcha. En el colapso emocional resultante, el teniente ve una aparición de Jesús y lo maldice con lágrimas antes de pedir perdón por sus crímenes y pecados. La figura se revela como una mujer que sostiene un cáliz de oro, que resulta haber sido empeñado en la tienda de su marido.

Con la ayuda de la mujer, el teniente rastrea a los dos violadores hasta un antro de crack cercano en Spanish Harlem y los esposa juntos. Los retiene a punta de pistola y fuma crack con ellos mientras los Mets ganan el banderín. En lugar de fichar a los violadores, los lleva a la Terminal de Autobuses de la Autoridad Portuaria y los sube a un autobús con una caja de puros que contiene los 30.000 dólares. Les exige que no vuelvan nunca a Nueva York. Después de salir de la terminal, aparca en la calle frente a Penn Station. Otro coche se acerca a él y el conductor, presumiblemente el corredor de apuestas con el que el teniente había quedado, dispara y mata al teniente.