Final de The Cursed
(2021)Final de The Cursed (2021)
Título original: The Cursed
Sinopsis
A fines del siglo XIX, el brutal terrateniente Seamus Laurent masacra a un clan romaní, desatando una maldición sobre su familia y su pueblo. En los días que siguen, la gente del pueblo está plagada de pesadillas, el hijo de Seamus, Edward, desaparece y un niño es encontrado asesinado. Los lugareños sospechan de un animal salvaje, pero el patólogo visitante John McBride advierte sobre una presencia más siniestra que acecha en el bosque.
Sean Ellis
Director
Sean Ellis
Escritor
Robin Foster
Compositor
Sean Ellis
Fotógrafo
Sean Ellis
Productor
Reparto principal
Kelly Reilly
Boyd Holbrook
Alistair Petrie
Amelia Crouch
Roxane Duran
Max Mackintosh
Como acaba The Cursed
Durante la batalla del Somme, un capitán francés herido es llevado a una tienda médica con tres heridas de bala en el abdomen. Durante la intervención quirúrgica para extraer las balas alemanas, el cirujano descubre y extrae una cuarta bala adicional, de plata y no de diseño alemán.
Treinta y cinco años antes, a finales del siglo XIX, el brutal barón de la tierra Seamus Laurent, por consejo y con el aval de los ancianos del pueblo, dirige una matanza de un clan romaní que reclama sus tierras y se ha instalado allí. La noche anterior, previendo su inminente peligro, los líderes romaníes funden una dentadura de plata con forma de colmillos de lobo para su protección. Durante la matanza, los líderes romaníes son capturados y asesinados. A uno de ellos le cortan las manos y los pies, lo atan a una cruz y lo erigen como espantapájaros para que sirva de advertencia a otros que intenten colonizar la tierra. El otro es enterrado vivo con los colmillos de plata agarrados.
Poco después, los habitantes del pueblo, incluidos los hijos de Seamus, Edward y Charlotte, sufren pesadillas con el espantapájaros romano y los colmillos de plata. Un día, mientras juega, Timmy revela a los demás niños que conoce la ubicación del espantapájaros de las pesadillas. Jurando a todos ellos guardar el secreto, especialmente a Edward y Charlotte (cuyo padre desterraría a la familia de Timmy si descubriera sus acciones), Timmy conduce a los niños hasta el espantapájaros. Al llegar al espantapájaros, Timmy siente el impulso de desenterrar los colmillos de plata. Edward intenta detener a Timmy, pero antes de que pueda Timmy ha recuperado los colmillos y se los ha metido en la boca. Timmy ataca entonces a Edward, mordiéndole con saña la garganta mientras los demás niños huyen aterrorizados. Charlotte huye a la mansión de su familia; aunque, conmocionada, es capaz de alertar a sus padres y a su personal. Seamus recupera rápidamente a Edward, que está gravemente herido pero no muerto. Timmy no aparece por ningún lado. Los médicos creen que Edward fue atacado por un animal salvaje. Charlotte, temiendo por Timmy y su familia, no revela lo que realmente ocurrió. Edward enferma gravemente. Durante la noche, Charlotte se despierta con los gritos de Edward y lo encuentra atrapado por unas lianas que salen de su cuerpo. Charlotte huye con sus padres, pero cuando regresan, Edward ha desaparecido en la noche. Al día siguiente, Seamus organiza a los hombres del pueblo para buscar a Edward, pero no tiene éxito.
Charlotte va a la iglesia local a rezar y se encuentra con Timmy, que afirma no recordar nada de lo que pasó después de desenterrar los colmillos de plata, y teme por Edward ahora que ha desaparecido. Charlotte asegura a Timmy que nadie ha hablado de sus acciones y que su familia está a salvo del exilio. Cuando Charlotte le pregunta a Timmy qué ha hecho con los colmillos de plata, éste le revela que los ha escondido en la iglesia. Luego le lee a Charlotte el libro de Ezequiel y sugiere que la plata moldeada en los colmillos proviene de las mismas treinta piezas de plata pagadas a Judas por su traición a Jesús. Cuando la criada de Charlotte los descubre en el confesionario, Timmy huye. Cuando Timmy huye al bosque es perseguido por una bestia invisible hasta una cabaña abandonada donde pronto es sacrificado.
Mientras tanto, el patólogo John McBride visita el pueblo en busca de información sobre los gitanos ambulantes. Conoce y se hace amigo de las fuerzas del orden locales: Alfred Moliere, que solicita la ayuda de John con el desaparecido Edward. Moliere y John se reúnen con Seamus, quien les revela que la situación se ha complicado con el descubrimiento del cadáver de Timmy, que también se considera fruto de un animal salvaje. Moliere, creyendo que no se puede hacer nada más, vuelve al pueblo pero John se ofrece a quedarse para ayudar a Seamus. Seamus acoge a John en su mansión mientras éste investiga lo sucedido a Edward, incluyendo el examen de muestras de la sangre de Edward que goteaba en la puerta mientras huía. Al examinar la sangre de Edward, John descubre que se unen y convierten sus propias células sanguíneas, lo que confirma sus sospechas. Le ordena a Seamus que haga tapiar todas las puertas y ventanas del primer piso de su casa y que nadie en la casa o en el pueblo salga solo sin una escolta armada. A pesar de sus dudas, Seamus acepta. Esa noche, la casa de Seamus recibe la visita de una extraña criatura con aspecto de lobo que intenta entrar sin éxito.
Más tarde, tres habitantes del pueblo que sacaron pajas cortas entran a trabajar en los campos a pesar de sus recelos y del miedo a ser atacados. Sus temores no tardan en hacerse realidad, ya que dos de ellos mueren y la tercera, Anne-Marie, queda mutilada. Anne-Marie consigue huir al pueblo y avisar de lo ocurrido. Al enterarse de que Anne-Marie ha sobrevivido al ataque pero ha sido mordida, John se dirige rápidamente al pueblo, pero llega demasiado tarde para evitar que una Anne-Marie ya transformada escape. Al darse cuenta de que la infección está fuera de control, John hace que los ancianos del pueblo reúnan a todo el mundo y fortifiquen la iglesia mientras él sale a cazar a las bestias. Junto a la choza abandonada en la que Timmy fue asesinado, John consigue atrapar y matar a una de las bestias. Lleva el cadáver al establo de Seamus, donde hace que éste y los ancianos del pueblo sean testigos de la autopsia. Al abrir la bestia, Anne-Marie, aparentemente viva, empieza a salir gritando de su interior. John insiste en que no puede ser salvada y hace que uno de los ancianos del pueblo la mate. Horrorizado por el suceso, Seamus teme que la misma suerte haya corrido Edward.
Esa noche, John habla con Isabelle, la esposa de Seamus, y le revela que años antes perdió a su mujer y a su hija a manos de una bestia similar. Una banda de gitanos llegó poco después y declaró que la maldición sobre esa tierra se había cumplido y que John las perseguía desde entonces. Isabelle, conmovida por la historia de John, le revela a éste la atrocidad de su marido y, por tanto, el origen de la maldición, para enfado de Seamus. Charlotte informa a John de la ubicación de los colmillos de plata, tras lo cual los recupera y los funde en cuatro balas de plata. Seamus dirige una partida de caza para localizar a la última bestia, pero no tiene éxito. Mientras tanto, la bestia ataca y muerde a la criada de Seamus, Anais, mientras ésta se encuentra fuera haciendo la colada. Anais oculta su herida a la familia mientras Seamus regresa de su fallida cacería. John se prepara para disparar a la bestia desde el segundo piso de la mansión y se da cuenta de la ropa de cama ensangrentada que ha dejado el ataque a Anais. Antes de que pueda seguir esta pista, cae en una discusión con Seamus, quien le ordena a John que abandone la casa al día siguiente. Durante la noche, mientras John espera a la bestia, Anais se transforma en su habitación del piso superior. Seamus investiga el ruido y es atacado por Anais, derribando un candelabro e incendiando la habitación en el proceso. Seamus consigue matar a la bestia de Anais, pero no antes de ser mordido. Huye a los establos con John en su persecución dejando las puertas de la mansión abiertas a su paso. En los establos, Seamus, sabiendo que está condenado a transformarse y atacar a su familia, se prende fuego delante de John. Mientras tanto, el fuego en la habitación de Anais se ha extendido y la mansión empieza a arder. Isabelle y Charlotte intentan escapar pero se encuentran con la bestia final. Evitan por poco a la bestia y escapan de la mansión con John mientras huyen a la iglesia del pueblo.
En la iglesia, John, Isabelle y Charlotte son rescatados por la gente del pueblo y se refugian, planeando cazar a la bestia de nuevo por la mañana. Durante la noche, después de que todos se hayan dormido, Isabelle va a rezar y oye la voz de Edward llamándola desde el exterior de las puertas de la iglesia atrincheradas. Isabelle deshace la barricada y deja que la bestia entre en la iglesia, donde procede a masacrar a los ancianos y a los habitantes del pueblo. John intenta disparar a la bestia con la bala de plata pero Isabelle se interpone intencionadamente entre él y la bestia llamando a su hijo. Mientras la bestia ataca y sin otra opción, John dispara a través de Isabelle hacia la bestia. Ambos caen al suelo y mientras Isabelle muere Edward vuelve a ser humano. Isabelle muere acunando a su hijo curado.
Con sus padres muertos y su mansión destruida, John adopta a Charlotte y Edward. Charlotte devuelve a John las tres balas de plata que recuperó tras el ataque en la iglesia. Se revela que treinta y cinco años después el capitán herido es un Edward adulto que tiene la bala de plata alojada en su interior desde que le dispararon de niño. Edward muere en la mesa de operaciones y una Charlotte adulta devuelve la cuarta bala de plata recuperada a un John ya envejecido y moribundo.