El último hijo, de Tim Sutton, es una emocionante historia de acción del salvaje oeste ambientada en el año 1900. En ella, un padre se convierte en el demonio de su familia. Un ex militar, Isaac LeMay, trae la perdición a sus hijos para salvar su propia vida de una maldición cheyenne. Cuando comienza la caza, LeMay empieza a matar a sus descendientes hasta que sólo queda el último hijo. ¿Lo matará LeMay también, o le espera otro final? Averigüémoslo.

Resumen de la trama

Un prólogo inicial establece que Isaac LeMay (Sam Worthington) vagaba por las Grandes Llanuras en los territorios del oeste y tenía hijos con las putas. LeMay solía limpiar a los cheyennes para el ejército y cometía crímenes incalificables contra las tribus. Un jefe cheyenne, Trueno Blanco, maldijo a LeMay por sus pecados, diciendo que su propia semilla lo mataría. Perseguido por la profecía, LeMay persiguió a sus hijos y los mató uno a uno antes de que ellos lo mataran a él.

Al comienzo de El último hijo, LeMay llega a un salón llamado Two-One para matar a su hijo, Lionel, al que engendró con una puta, Anna (Heather Graham), que trabajaba allí. LeMay apuñala a Lionel, de 20 años, en el bosque y luego visita a Anna, preguntándole por el hermano gemelo de Lionel. Anna le dice al diablo que no hay ningún gemelo y que puede estar mal informado. En su furia, LeMay le corta los dedos a Anna y se marcha.

Más tarde, visita a otra mujer, Claire, que solía trabajar como puta pero que ahora vive una vida tranquila en el bosque. Claire vive con su marido y su hija, Megan (Emily Marie Palmer). LeMay considera que Megan es inofensiva y por eso la deja en paz. Sin embargo, LeMay mata al marido de Anna antes de marcharse.

Pronto, la historia introduce al hijo de LeMay y Anna, Cal Talisker (Machine Gun Kelly), que nació junto a su hermano gemelo Lionel en 1858. Pero Anna no quería criar a Cal en un burdel, así que lo dejó en el hogar para niños de Virginia City. Cuando Cal creció, se alistó en el ejército y se entrenó como cargador de armas Gatling. Sin embargo, pronto fue dado de baja. Atormentado por su pasado y abandonado por sus padres, Cal se convirtió en un forajido y empezó a robar bancos y a matar a los agentes de la ley.

La historia prepara el terreno para un enfrentamiento final entre Cal y LeMay.

El final de 'El último hijo', explicado

Cuando LeMay mató a Lionel, Anna le rogó a Cal que se fuera a Brooks, Canadá, y salvara su vida. Pero Cal era tan terco como su padre, y en lugar de ir al norte, mató a más hombres del ejército para conseguir munición para matar a LeMay.

Pero no era sólo Cal quien buscaba a LeMay. Unos agentes de la ley llegaron a Virginia City e informaron a Solomon de que LeMay había matado a seis jóvenes el año anterior. Querían la ayuda de Solomon para arrestar a LeMay y ponerlo entre rejas. La hija de LeMay, Megan, también llegó para vengarse de LeMay por haber matado a su padre adoptivo.

Finalmente, Solomon capturó a LeMay y trató de convencerle de que la maldición cheyenne era un mito y que estaba en una cacería inútil, matando a su propia sangre. Pero LeMay era un hombre en ruinas. Estaba condenado y a la vez era arrogante.

LeMay no era un hombre con el que se pudiera razonar.
Solomon llevó a LeMay a la oficina del sheriff en Virginia City. En el momento exacto, Cal llegó a la ciudad con un pequeño ejército que había reunido para asegurar una fuga para él y Anna. Pero antes de que pudieran salir, Solomon apuntó a Cal con una pistola dentro del burdel. Cal engañó a Solomon y lo mató. Entre los tiroteos, LeMay engañó a los policías y escapó.

Los hombres de Cal le informaron de la presencia del diablo en los alrededores y, en el enfrentamiento final, finalmente se enfrentaron. Aunque Cal disparó a su padre, fue LeMay quien mató a su último hijo, Cal. Al final, Megan pilló a LeMay con la guardia baja y le disparó.

Por lo tanto, la profecía de Cheyenne se hizo realidad, pero no fue el hijo de LeMay quien lo mató. Fue su hija Megan, a la que percibió como inofensiva. La voz final estableció que tan pronto como Megan disparó a su padre, abandonó la ciudad. No esperó a verificar si estaba muerto o no. Podría estar vivo. Pero si sobrevivió al disparo de Megan, entonces toda la profecía era un mito, para empezar.

Megan siguió adelante y finalmente se instaló en una vida tranquila en Carson City, Nevada. Se casó y dio a luz a tres hijos, dos hijas mayores y un hijo, que fue el último. Como resultado, aunque LeMay intentó acabar con su linaje, el último hijo sobrevivió.