Con los recuerdos de su marido cerniéndose sobre ella, Libby lucha por adaptarse a su vida de granjera. Sigue agradeciendo a Jean por permitirle mudarse con ella y trabajar en la granja, pero todavía está atormentada por los fantasmas de su pasado. Además de sus problemas, aunque a sus hijos les encanta su nuevo hogar, les resulta difícil llevarse bien con sus compañeros en la escuela. Libby sigue soñando con el día del accidente de su marido. En sus sueños, intenta implacablemente impedir que él se vaya, pero por alguna razón, no puede escucharla. Durante estos momentos, Libby pasa por una negación y aislamiento extremos hacia la muerte de su marido, pero no logra entender qué lo está causando.

Entonces se encuentra con una casa abandonada justo al otro lado de la granja, que parece extrañamente familiar. Hacia el final de la película, Libby encuentra una foto familiar de la que no tiene recuerdos. La foto le da la impresión de que pasó algunos años significativos de su infancia con la tía Jean, pero cuando piensa en ello, es incapaz de recordar nada de eso. Cuando le pregunta a Jean sobre ello, Jean revela que su madre la abandonó cuando tenía sólo cuatro meses y la dejó en la vieja casa de la granja. Jean la crió como a su propia hija, y eso fue lo que hizo que la madre de Libby se pusiera muy celosa. No podía soportar ver a Libby y Jean felices juntos, así que decidió llevarse a Libby con ella. Jean lo mantiene en secreto porque no le fue fácil dejarlo ir, pero como Marsha era la madre biológica de Libby, nunca la cuestionó. Libby no es capaz de recordar estos eventos ya que la mayoría de los niños desarrollan mecanismos para olvidar los recuerdos traumáticos de la infancia.

Toda la revelación sobre el abandono de su infancia viene en tándem con su negación de la muerte de su marido. Aunque su marido no la abandonó intencionadamente, se siente traicionada cuando, al igual que su madre, la abandona abruptamente a ella y a sus hijos. Cuando Libby finalmente identifica este miedo subyacente de abandono que sufre, no sólo es capaz de aceptar la muerte de su marido, sino que también aprende a perdonar a su madre. Junto con eso, dejar atrás el pasado también le permite buscar una nueva relación con James. Haciendo esto, incluso libera a James de sus demonios del pasado y hace que Jean se dé cuenta de que no importa lo arrepentida que esté por su pasado, siempre es bueno evitar los secretos.