En los años 80, el inglés Rory O'Hara y su esposa estadounidense, Allison, llevan una vida de clase media en Nueva York con sus hijos Ben y Sam. Ben es su hijo común. Sam es la hija de Allison de una relación anterior. Allison da clases de equitación, mientras que Rory es comerciante. Creyendo que sus oportunidades en Estados Unidos son limitadas, Rory convence a Allison para que se traslade con él a Gran Bretaña, donde planea volver a la empresa de su antiguo empleador Arthur Davis. A pesar de los recelos iniciales de Allison, la familia se muda a una enorme y antigua mansión en Surrey. Rory convence a Allison de que puede montar su propia granja de caballos en la propiedad y le compra un caballo llamado Richmond. Comienza la construcción de un establo. Ben se matricula en una costosa escuela privada. Sam se matricula en una escuela pública. Rory lleva a Allison a cenas de alto nivel con Arthur y sus colegas. Sin embargo, la familia tiene algunas dificultades para adaptarse, ya que su ubicación aislada y sus respectivos desplazamientos dificultan que los niños lleguen al colegio a tiempo.

Varias semanas después, la construcción del establo se detiene abruptamente. Al enterarse de que Rory nunca pagó a los constructores, Allison descubre que su cuenta bancaria está casi vacía. Rory promete que pronto tendrá dinero, pero Allison se ve obligada a mantener a la familia echando mano de su fondo de dinero oculto. A Allison le molestan los esfuerzos de Rory por aparentar ser de clase alta mientras siguen casi en la ruina. En la oficina, Rory propone a Arthur que venda su empresa a una firma americana más grande que busca una oficina en Londres. Tras considerarlo brevemente, Arthur se niega. En la casa, Richmond se desploma de dolor y Allison se ve obligada a acudir a un granjero vecino, que baja el caballo. En lugar de volver a casa tras el rechazo de Arthur, Rory visita a su madre y le habla de su familia. Ella no muestra ningún interés por ellos y acusa a Rory de abandonarla. Rory regresa a casa tarde y se enzarza en una explosiva discusión con Allison por sus problemas económicos y el comportamiento imprudente y delirante de Rory.

Para proporcionar ingresos a la casa, Allison comienza a trabajar como peón para el granjero. Sam hace algunos amigos de mala reputación de la zona, mientras que Ben se mete en una pelea con unos matones. Rory y su colega Steve organizan un acuerdo potencialmente lucrativo con una empresa noruega de piscicultura. Rory y Allison asisten a una cena con Steve y sus posibles clientes, mientras Sam y sus amigos organizan una fiesta en la casa. Mientras la fiesta se descontrola, Ben huye al exterior y es testigo de cómo el cadáver de Richmond es empujado a la superficie de la tumba debido a un entierro inadecuado. En la cena, Allison se burla abiertamente de Rory antes de abandonar el restaurante, coger el coche y emborracharse en un club nocturno. Rory intenta restar importancia al comportamiento de Allison ante los clientes, pero éstos optan por seguir con el negocio de Steve y dejan de lado a Rory. Rory intenta coger un taxi de vuelta a Surrey y confiesa sus numerosas indiscreciones al taxista, alegando que su trabajo es "fingir ser rico". Con las confesiones de Rory dejando claro que está arruinado y que es un mentiroso, el conductor prevé que no podrá pagar el largo trayecto y le deja en medio de la nada.

A la mañana siguiente, Allison se despierta con resaca en su coche aparcado y vuelve a casa, encontrando la casa destrozada tras la fiesta. Ben le muestra la tumba de Richmond, donde el cadáver ha subido casi por completo a la superficie. Mientras Allison se derrumba sobre la tumba, Sam y Ben acuerdan preparar el desayuno. Rory termina el largo camino a casa y encuentra a su familia sentada a la mesa. Comienza a proponer otro traslado, pero Allison le dice que se detenga. Sam abraza a un Rory que llora y luego le prepara un asiento.