Final de The Square
(2017)Final de The Square (2017)
"Un Film de Ruben Östlund"
Título original: The Square
Sinopsis
Christian, mánager de un museo de arte contemporáneo, se encarga de una exhibición titulada "The Square" en la que hay una instalación que fomenta valores humanos y altruistas. Cuando contrata a una agencia de relaciones públicas para difundir el evento, la publicidad produce malestar en el público.
Ruben Östlund
Director
Ruben Östlund
Escritor
Fredrik Wenzel
Fotógrafo
Philippe Bober
Productor
Reparto principal
Claes Bang
Elisabeth Moss
Dominic West
Terry Notary
Christopher Læssø
Marina Schiptjenko
Como acaba The Square
Christian es el conservador del museo de arte X-Royal de Estocolmo, antiguo Palacio Real. Es entrevistado por la periodista Anne, que se esfuerza por explicar la jerga del museo. Más tarde, se ve envuelto en un enfrentamiento en una zona peatonal, tras el cual Christian se da cuenta de que su smartphone y su cartera han desaparecido, presumiblemente robados en un truco de confianza. Es capaz de rastrear la posición de su teléfono en su ordenador, que él y su ayudante Michael rastrean hasta un gran bloque de apartamentos. Escriben una carta anónima amenazante exigiendo la devolución del teléfono y la cartera depositándolos en un 7-Eleven cercano. Christian echa una copia de la carta en el buzón de cada apartamento por la noche. Varios días después, se deposita en la tienda un paquete para Christian que contiene el teléfono y la cartera completamente intacta.
Eufórico tras el éxito de su plan, Christian acude a una fiesta en la que se reencuentra con Anne y acaba en su apartamento. Después de mantener relaciones sexuales, Anne se ofrece a tirar su condón usado, pero él se niega rotundamente a entregárselo. Discuten sobre la situación, ya que ella cree que él no confía en ella para deshacerse del s3men en lugar de tomarlo. Varios días después, ella se encuentra con él en el museo y le dice que busca algo más que sexo casual. Ella le pregunta si él siente lo mismo, pero él se muestra evasivo. Más tarde, cuando Ana intenta llamarle, él no coge el teléfono.
Al día siguiente de recoger el paquete con su teléfono y su cartera, Christian es informado de que ha llegado un segundo paquete para él al 7-Eleven. Sospechando, envía a Michael a recogerlo. En la tienda, Michael es confrontado por un joven árabe que afirma que sus padres creen que es un ladrón debido a la carta y exige que Christian se disculpe con él y su familia. De lo contrario, el chico amenaza con crear el "caos" para Christian.
Más tarde, el chico visita la casa de Christian y se enfrenta a él en la escalera. Christian intenta echarlo, pero el chico empieza a llamar a las puertas y a gritar pidiendo ayuda. Después de que el chico se caiga por las escaleras, Christian le oye pedir ayuda, aunque nadie acude en su ayuda. Perturbado, Christian busca desesperadamente en la basura del exterior de la casa una nota que contiene el número de teléfono del chico. Tras encontrarla y tratar de llamar al chico sin éxito, Christian graba un mensaje de vídeo de disculpa.
La plaza se presenta como un simple esquema.
En medio de estos problemas, Christian tiene que gestionar la promoción de una nueva exposición centrada en una obra de arte llamada The Square de Lola Arias, que se describe en la declaración de la artista: "La plaza es un santuario de confianza y cuidado. En ella todos compartimos derechos y obligaciones por igual".
La agencia de publicidad a la que el museo ha encargado la promoción de The Square afirma que necesitan aprovechar la atención de las redes sociales con algo distinto a la declaración de la artista, poco controvertida y anodina. Los representantes de la agencia de publicidad consideran que una representación de la violencia contradice el mensaje de The Square, y elaboran un clip promocional en el que se muestra a una chica blanca y empobrecida que entra en The Square y muere en una explosión. El vídeo se publica en el sitio web del museo y en el canal de YouTube después de que un cristiano distraído dé su aprobación sin verlo. El clip se vuelve viral, alcanzando rápidamente 300.000 visitas en YouTube, pero recibe una respuesta extremadamente hostil por parte de los medios de comunicación, los líderes religiosos y el público en general. El museo organiza una rueda de prensa, en la que Christian declara que ha violado el protocolo y que deja de ser conservador de mutuo acuerdo con la junta directiva. Varios periodistas le atacan entonces por suscitar una polémica barata con un clip de mal gusto, mientras que otros le atacan por autocensura a causa de su dimisión.
Sintiéndose culpable por haber perjudicado al chico, Christian se dirige al bloque de apartamentos varios días después e intenta encontrarlo a él y a su familia. Christian habla con un vecino que afirma que conocía al chico pero que su familia se ha mudado.