En este thriller romántico y paranoico dirigida por Florian Henckel von Donnersmarck, la intriga, el romance, las identidades asumidas y el espionaje eran evidentes, como se resume en el eslogan de la película: "EL VIAJE PERFECTO, LA TRAMPA PERFECTA"

Entre los dos personajes principales se desarrolla una relación íntima:

• Frank Tupelo (Johnny Depp), turista de aspecto desaliñado


• Elise Clifton-Ward (Angelina Jolie), una misteriosa y coqueta belleza inglesa

En un café parisino, Elise recibe enigmáticas instrucciones (una nota de un mensajero) de un personaje central "invisible":

• Alexander Pearce, su ex novio/amante, un banquero criminal multimillonario y fugitivo.

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Decía: "Encuentra un hombre y hazles creer que soy yo". Quemó la nota y luego, como artimaña para distraer y engañar a las autoridades, se subió a un tren con destino a Venecia, eligió a un extraño caballero que se parecía a Pearce, e hizo creer a la policía que el señuelo o chivo expiatorio era Pearce.

(Pearce debía impuestos atrasados por valor de 744 millones de libras esterlinas y se creía que había alterado su apariencia con cirugía plástica por valor de 20 millones de dólares).

En un encuentro supuestamente fortuito, eligió al profesor de matemáticas de un instituto estadounidense, Frank, de Wisconsin, y le invitó a estar con ella en su elegante habitación de lujo del Hotel Danieli de Venecia. Él estaba superando una relación fallida de su pasado. Junto con Elise, Frank (ahora Pearce) pronto se vio perseguido por:

• La policía francesa


• El inspector de Scotland Yard Acheson (Paul Bettany), decidido pero frustrado


• Reginald Shaw (Steven Berkoff), un amenazante y sociópata mafioso británico y sus matones rusos que persiguen a Pearce por el robo de 2.300 millones de dólares

A mitad de la película, se supo que Elise estaba en realidad en la unidad de delitos financieros de Scotland Yard, pero había sido suspendida. Ahora trabajaba de forma encubierta para revelar las fechorías financieras que realizaba Pearce en nombre de la mafia. Sin embargo, ahora parece que Elise está dispuesta a hacer su trabajo (aunque se haya enamorado de Frank/Pearce) y entregarlo a las autoridades.

En la conclusión de la película, Frank/Pearce abrió una caja fuerte en la sala de reuniones, revelando a una sorprendida Elise que tenía conocimiento del código - y por lo tanto fue identificado como Alexander Pearce.

[La película planteaba la pregunta: ¿Cuándo supo Elise que Frank era Pearce? ¿Estaba poniendo a prueba su amor por él?].

Los dos cogieron los registros bancarios y el dinero y se marcharon, dejando en la caja fuerte un cheque por el importe total de los impuestos que debían. Mientras tanto, la policía había detenido a un doble de Pearce (un inglés al que Frank/Pearce había pagado para que fuera su doble).

Una vez pagada la deuda de impuestos, se cerró el caso contra ellos. Frank y Elise (que bromeó brevemente sobre tener que acostumbrarse a su nueva cara de 20 millones de dólares) se embarcaron felizmente hacia una nueva vida juntos.