Los Yankles pierden el partido de la final del campeonato ante Greensboro, pero incluso en la derrota, todos cantan felizmente un mandamiento yiddish sobre mirar siempre el lado positivo, incluso durante los tiempos muertos.

Charlie y Debra se reconcilian, y él acepta convertirse al judaísmo para poder estar con ella completamente.

Un año después, Eliezer se convierte en un lanzador en las ligas menores, después de haber renunciado a sus estudios rabínicos para intentar triunfar en el béisbol, y los Yankles ver su debut en la televisión en la yeshiva.