tic, tic... BOOM! sigue la vida de Jonathan Larson, que lucha por terminar su obra de teatro, Superbia. La obra está ambientada en el futuro y sólo le falta una canción para terminarla. Todavía tiene que encontrar la letra y la melodía para el solo de Elizabeth. Aparte de su vida y de cómo se le acaba el tiempo, el musical de la película se centra en su bloqueo como escritor y en cómo combatirlo. Además de ser un autor teatral arruinado, tiene que conseguir dinero para el taller de producción, que podría cambiar su carrera para siempre. Sin embargo, ya sabemos cómo va esto. Su ambición a menudo se interpone en el camino cuando sus relaciones comienzan a tensarse. Susan, su novia, está cansada y necesita saber si se va a mudar a los Berkshires con ella, ya que no le gusta el ajetreo de la ciudad. También es una talentosa bailarina que casi tuvo su propia gran oportunidad hasta que se lesionó.

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Ella quiere vivir una vida estable y seguir adelante, pero Jon no está preparado para ello: está muy cerca de terminar su obra y no está dispuesto a abandonarla. Le da largas y al final ella termina la relación. Afortunadamente para él, la ruptura le sirvió de inspiración para la canción mientras terminaba Superbia.

El taller se convirtió en un éxito y consiguió la publicidad que necesitaba y que los productores vinieran a ver su obra, incluso a pesar de que su agente le ignoró durante un año. Sin embargo, nadie estaba dispuesto a financiar una obra en Broadway o incluso en Off-Broadway. Estaban entusiasmados, pero no tenían fe en que su obra se vendiera: era demasiado única y fuera de lo común para la gente. Eso sí, en los años 90. Fue difícil para él y una píldora difícil de tragar, pero habla de la realidad de los creativos: tienes que seguir empujando y, finalmente, alguien reconocerá tu talento y te dará esa gran oportunidad. Así que se aleja de Superbia y trabaja en tick, tick....BOOM!, la obra autobiográfica sobre el tiempo que pasó trabajando en Superbia.