Samir Horn es un sudanés-estadounidense que habla árabe y es un musulmán devoto. Su padre sudanés fue asesinado por un coche bomba cuando él era un niño. De adulto, Samir se ve por primera vez operando como traficante de armas. Mientras negocia un trato con Omar en Yemen, es detenido y encarcelado en una prisión yemení. Más tarde, Samir y Omar se hacen amigos, y cuando la gente de Omar organiza una fuga, se llevan a Samir con ellos. Conocen a Fareed, un teniente de la organización terrorista al-Nathir. El agente especial del FBI Roy Clayton sospecha que Samir se ha radicalizado y comienza a seguirle la pista.

Al unirse a al-Nathir, Samir utiliza las habilidades que aprendió como sargento de ingeniería de las fuerzas especiales del ejército estadounidense para poner una bomba en el consulado de Estados Unidos en Niza, Francia. Se revela que Samir está trabajando de forma encubierta para un contratista de la inteligencia estadounidense, Carter; Samir queda desolado cuando se entera de que, a pesar de sus esfuerzos encubiertos y los de Carter, personas inocentes perecieron en el atentado contra el consulado.

Impresionado por Samir, Fareed le presenta al líder Nathir, quien le revela un complot para colocar terroristas suicidas en 50 autobuses en Estados Unidos durante el Día de Acción de Gracias y le encarga a Samir que actúe como enlace con cada uno de los terroristas durmientes de al-Nathir. Más tarde, Carter interrumpe involuntariamente una reunión entre Samir y Omar, y es asesinado por éste.

Samir revela su profunda tapadera a Clayton, que le sigue la pista hasta Halifax, Nueva Escocia, Canadá. Mientras investiga, Clayton también descubre que las muertes en Niza eran falsas, excepto una. Mientras se encuentra a bordo de un buque de carga con destino a Marsella, Francia, Samir mata a Nathir y Fareed, y le dice a un enfurecido Omar que al atacar a inocentes traicionaron al Islam. A continuación, Samir le cuenta a Omar que cambió los correos electrónicos de los terroristas y los colocó a todos en el mismo autobús, de modo que todos ellos murieron sin víctimas (excepto el conductor del único autobús). La policía canadiense y el FBI irrumpen, matan a Omar y hieren a Samir.

Más tarde, bajo la L de Chicago, Samir le dice a Clayton que se siente culpable por haber matado a personas inocentes, y que el Corán dice que matar a un inocente es matar a toda la humanidad. Clayton responde señalando que el Corán también dice que al salvar a un inocente, ha salvado a toda la humanidad, le dice a Samir que es un héroe y le asegura una posible carrera en el FBI.