Mientras trabajaba para una organización privada en Colombia, Santiago "Pope" García (Oscar Isaac) se entera de la ubicación de la casa de un narcotraficante. Un informante (Adria Arjona) le ha dicho que dentro de sus muros tiene 75 millones de dólares y que los tiene con poca vigilancia, relativamente. Pope regresa a Estados Unidos donde convence a sus ex compañeros de la Fuerza Delta para que viajen con él. Ellos son:

• Tom Davis (Ben Affleck) es un padre divorciado que se perdió los mejores años de la vida de su hija y fracasó como agente inmobiliario.


• William Miller (Charlie Hunnam) quema sus horas como coach motivacional para los militares que se preparan para librar las guerras como él una vez hizo.


• Su hermano Ben (Garrett Hedlund) dona su cuerpo a las peleas de artes marciales mixtas.


• Francisco Morales (Pedro Pascal) quiero romper con la monotonía de la vida civil.

Después de su tiempo en el ejército, sus vidas no mejoraron nada. Demostraron que podían ser los mejores, pero su país no tiene lugar para ellos una vez que cumplieron su misión. Esos 75 millones de dólares podrían resolver muchos de sus problemas.

Pope y su equipo irrumpen en la casa y no descubren 75 millones de dólares, sino 250 millones escondidos dentro de las paredes de la casa del narcotraficante. Claro, mucho más dinero extra lleva un poco más de tiempo, y su misión se ensucia cuando tienen que matar a un grupo de guardias. Miller recibe una bala, pero es una herida leve.

Ellos recogen a la informante de Pope, así como a su hermano. Cargan un helicóptero con el dinero en efectivo, escoltan a los contactos de Pope a Perú e intentan llevarse esta enorme cantidad de dinero cruzando de las montañas andinas, donde se supone que un barco debe transportar sus ganancias a una cuenta en el extranjero. A pesar de las preocupaciones de Morales de que el helicóptero no podrá superar tal carga en las altitudes montañosas, el equipo sigue insistiendo bajo la desesperada urgencia de Davis.

Ningún miembro se sorprende cuando suenan las alarmas de un helicóptero. El equipo se estrella contra un pueblo de la selva y una granja de cocaína. Davis ejecuta a varios aldeanos. Están condenados ahora.

Roban un grupo de burros y los cargan con la mayor cantidad de bolsas de dinero que pueden sobre sus espaldas y comienzan una larga caminata por los Andes. Suben las montañas con relativa facilidad, pero su descenso es más complejo cuando un aldeano los rastrea y dispara una bala a Davis. Pope mata al asesino en una lluvia de disparos, pero el daño ya está hecho. El equipo está roto.

Finalmente, Pope y el resto llegan a la orilla con tanto dinero como pueden cargar. Además de eso, están arrastrando el cuerpo de Davis con ellos, negándose a dejar que su cadáver se pudra en la jungla. Hay un último tiroteo entre el escuadrón de matones de los narcotraficantes, pero el equipo de Pope.

Los cuatro sobrevivientes se reúnen con un abogado que reparte los 5 millones restantes entre ellos. El plan original era dividir el importe robado en cinco partes, donando una porción a la familia de Davis. En cambio, el equipo decide que posiblemente no pueden quedarse con un centavo. Cada uno renuncia a su parte, y el abogado ingresa la totalidad de los 5 millones a un fideicomiso familiar de Davis.

Los cuatro van por caminos separados, pero antes de que se desvanezca en una calle concurrida, Miller le da a Pope un pedazo de papel arrugado. Sobre ella se encuentran las coordenadas de longitud y latitud que indican dónde descargaron la mayor parte del dinero.