Final de Trono de sangre
(1957)
Final de Trono de sangre (1957)
"Del creador de "Rashomon" e "Ikiru"."
Título original: 蜘蛛巣城
Sinopsis
Japón feudal, siglo XVI. Adaptación del "Macbeth" de William Shakespeare. Cuando los generales Taketori Washizu y Yoshaki Miki regresan de una victoriosa batalla, se encuentran en el camino con una extraña anciana, que profetiza que Washizu llegará a ser el señor del Castillo del Norte. A partir de ese momento, su esposa lo instigará hasta convencerlo de que debe cumplir su destino.
Akira Kurosawa
Director
William Shakespeare
Escritor
Masaru Satō
Compositor
Asakazu Nakai
Fotógrafo
Akira Kurosawa
Productor
Reparto principal

Toshirō Mifune

Isuzu Yamada

Takashi Shimura

Akira Kubo

Hiroshi Tachikawa

Minoru Chiaki
Como acaba Trono de sangre
Los generales Miki y Washizu son comandantes samuráis y amigos a las órdenes de Tsuzuki, un señor local que reina en el castillo del Bosque de las Telarañas. Tras derrotar a los enemigos del señor en la batalla, regresan a su castillo. En su camino por el espeso bosque, se encuentran con un espíritu maligno, que les predice su futuro, diciéndoles que Washizu será nombrado Señor de la Guarnición del Norte y Miki se convertirá en comandante de la primera fortaleza ese día. El espíritu predice entonces que Washizu acabará convirtiéndose en el señor del Castillo de la Tela de Araña, y finalmente el hijo de Miki se convertirá en señor. Cuando los dos regresan a la finca de Tsuzuki, éste les recompensa exactamente con lo que el espíritu había predicho. Mientras Washizu discute esto con su esposa Asaji, ella lo manipula para que la segunda parte de la profecía se haga realidad asesinando a Tsuzuki cuando lo visite.
Asaji da sake drogado a los guardias de Tsuzuki, haciendo que se duerman y permitiendo que Washizu entre en la alcoba de Tsuzuki y lo mate mientras duerme. Cuando Washizu regresa conmocionado por su hazaña, Asaji coge la lanza ensangrentada y la pone en manos de uno de los guardias inconscientes, y luego grita que un intruso ha entrado en el castillo; Washizu mata al guardia antes de que tenga la oportunidad de alegar su inocencia. Kunimaru, el vengativo hijo de Tsuzuki, y Noriyasu, uno de los consejeros de Tsuzuki, sospechan de la traición de Washizu e intentan advertir a Miki, que se niega a creer lo que dicen de su amigo. Bajo la influencia de Asaji, Washizu no está seguro de la lealtad de Miki, pero elige al hijo de éste como heredero porque él y Asaji no tienen ningún hijo propio. Washizu planea comunicar su decisión a Miki y a su hijo en un gran banquete. Sin embargo, Asaji le dice que está embarazada, lo que le deja en un dilema respecto a su heredero; ahora Miki y su hijo tienen que ser eliminados.
Durante el banquete, Washizu se agita porque Miki y su hijo no han aparecido, y bebe sake copiosamente. Pierde el control de sí mismo cuando el fantasma de Miki aparece de repente. En un delirio de pánico, revela lo que le ha sucedido a Miki exclamando que está dispuesto a matar a Miki por segunda vez, desenvainando su espada y cortando el aire vacío cerca del asiento de Miki. Intentando cubrirle, Asaji dice a los invitados que está borracho y hace que todos se retiren por la noche. Uno de los hombres de Washizu llega con un fardo que contiene la cabeza cortada de Miki, y les dice a Washizu y a Asaji que el hijo de Miki ha escapado. Washizu mata al asesino.
Más tarde, los hombres de Washizu empiezan a dudar de él y a temerle, y circulan rumores de que Yoshiteru, el hijo de Miki, Kunimaru y Noriyasu han unido fuerzas con su antiguo rival Inui. Washizu está consternado por la noticia de que su heredero ha nacido muerto. Para averiguar el resultado de la inminente batalla con sus enemigos, vuelve al bosque en busca del espíritu maligno. El espíritu le dice que no será derrotado en la batalla hasta que "los árboles del Bosque de las Telarañas se levanten contra el castillo". Washizu cree que esto es imposible y confía en su victoria. Washizu cuenta la profecía a sus tropas, que comparten su confianza. A la mañana siguiente, Washizu es despertado por los gritos de los asistentes de Asaji. En sus aposentos, encuentra a Asaji en un estado semicatatónico, tratando de limpiar una mancha imaginaria y el hedor de la sangre de sus manos. Distraído por el sonido de sus tropas, Washizu sale a investigar. Un soldado asustado le dice a Washizu que los árboles del Bosque de las Telarañas "se han levantado para atacarnos".
Washizu intenta reunir a sus tropas, pero éstas ignoran sus órdenes y comienzan a dispararle flechas. Varias atraviesan su armadura y una le atraviesa el cuello, hiriéndolo gravemente, y cuando les dice que matar a su señor es una traición, acusan a Washizu del asesinato de su predecesor. Mientras sus enemigos se acercan a las puertas del castillo, él cae herido por las flechas, tratando de sacar su espada mientras muere. Se revela entonces que la fuerza atacante había utilizado árboles, cortados del bosque durante la noche, para proteger su avance hacia el castillo.