Ruby Baker, de 16 años, y su hermano Rhett, de 11, pierden a sus padres, David y Grace, en un accidente de coche. Su testamento no es reciente pero, según sus términos, los niños quedan bajo la tutela de unos vecinos de la familia de hace años, el matrimonio sin hijos Dr. Erin Glass y Terry Glass, que viven en una gran casa de cristal en Malibú.

Desde el principio, no todo va bien. Los niños tienen que compartir habitación, ya no reciben educación privada y a Rhett se le permite jugar a videojuegos a todas horas. Ruby se siente incómoda con las insinuaciones sexuales de Terry cuando están solos, y más tarde encuentra productos farmacéuticos sin etiquetar y ve a Erin inyectándose, aunque afirma que es para la diabetes. Ruby intenta que el abogado del fondo fiduciario de los niños, Alvin Begleiter, acepte sus preocupaciones, pero la trabajadora social visitante, Nancy Ryan, se deja engañar por las garantías de la pareja.

En la basura, Ruby descubre una postal de su tío materno Jack y una carta de un colegio privado que indica que los Glass no registraron a los niños, embolsándose los más de 30.000 dólares de la matrícula. Ruby también descubre que Terry está endeudado con prestamistas, y poco a poco se da cuenta de que los Glass van detrás del fondo fiduciario de 4 millones de dólares de los hermanos.

Al sospechar de la muerte de sus padres, Ruby descubre pruebas de la implicación de los Glass al ver un Saab similar al de David en la tienda de Terry, y al leer un artículo en el que se afirma que los padres de Ruby habían estado conduciendo un BMW (que más tarde se revela que está registrado a nombre del negocio de Terry). Además, Ruby es expulsada del colegio porque su redacción, que Terry escribió para ella como favor, fue plagiada; Terry planea enviar a Ruby a un internado lejano. Después de que los prestamistas le presionen para que pague su deuda, Terry intenta conseguir dinero del fideicomisario, alegando que debe ser utilizado en beneficio de los niños. Su petición es denegada y se le muestra una copia de la carta de desmatriculación del colegio, previamente enviada por fax a la autoridad por Ruby, lo que alerta al fiduciario para que dude del verdadero propósito de Terry para el dinero.

Esa misma noche, Ruby roba las llaves del coche de Terry, despierta a Rhett y se marcha en su Jaguar, intentando escapar, pero debido a un desprendimiento de tierra, la policía la detiene y le exige ver su licencia. Terry y Erin aparecen y convencen a la policía para que deje ir a los niños. De vuelta a casa, Ruby intenta huir de nuevo pero la derriban y la drogan. Terry le dice entonces a Erin que deben deshacerse de ella. La culpa invade a Erin, que es despojada de su licencia médica de forma permanente debido a que su empleador, el Dr. Weiss, descubrió su abuso de drogas. Erin se suicida con una sobredosis y, a la mañana siguiente, tanto Ruby como Terry quedan desolados al encontrarla muerta. Terry encierra a los chicos en el sótano y sabotea su Jaguar, esperando que vuelvan a intentar escapar y que, en consecuencia, perezcan. Los usureros (alertados por Ruby haciéndose pasar por Erin) aparecen en la casa, matan a Begleiter (que ha venido a enfrentarse a Terry, revelando su complicidad), recuperan el Jaguar y el Ferrari de Terry e insisten en dar un paseo. Al oír a Terry rogarles que se lleven el Volvo en lugar del Jaguar, Ruby apuñala las ruedas del Volvo, obligándoles a marcharse en el Jaguar con Terry dentro. El coche cae sobre un saliente y se estrella, matando aparentemente a un prestamista y a Terry.

Mientras tanto, los niños son recogidos por un policía amigo. Pasan por el lugar del accidente con el Ferrari y los niños ven cómo se tapa un cadáver. Continuando, se detiene en el lugar del otro accidente. Diciendo a los niños que se queden en el coche mientras él investiga, encuentra el coche y comunica por radio que hay una víctima mortal. Terry lo noquea y luego, gravemente herido, sube a la carretera y se dirige tambaleándose hacia Ruby y Rhett, escondiendo una pistola. Ruby se sube al asiento del conductor y, diciéndole a Rhett que se ponga el cinturón de seguridad, choca a toda velocidad contra Terry, matándolo.

Los niños son vistos por última vez colocando flores en la tumba de sus padres con su tío Jack, quien los abraza y dice que las cosas serán más fáciles. Ruby dice que ya lo han hecho, y los tres se van juntos a casa, a Chicago.