Steven (Michael Douglas) tiene graves problemas económicos y decide hacer asesinar a su rica esposa, Emily (Gwyneth Paltrow).

Encuentra a su amante, David (Viggo Mortensen), y al confrontarlo sobre el asunto y su pasado criminal, le ofrece 10.000 dólares para matar a Emily y hacer que parezca un robo frustrado. David acepta pero no tiene el estómago para hacerlo él mismo, así que consigue que un amigo lo haga.

Sin embargo, Emily se las arregla para matar a su atacante, echando por tierra los planes cuidadosamente elaborados por Steven.

Cuando David se entera de que Emily está viva, chantajea a Steven con una grabación. Steven lo mata, pero no antes de que David le diga que ya ha enviado la grabación a Emily.

Steven corre a casa para interceptar la grabación antes de que una Emily cada vez más sospechosa pueda escucharla. Abre el paquete antes que ella y lo guarda en su caja fuerte, pero Emily escucha la grabación mientras él se ducha. Se enfrenta a él y éste la ataca. Tras una breve refriega, ella le dispara y lo mata.