Jake Livingston, de dieciséis años, ha sido el hombre de la casa de los Livingston desde que sus padres se divorciaron dos años antes, es decir, hasta que su madre empezó a salir con Sam. Sam, un alcohólico y drogadicto, introduce a la madre de Jake en un estilo de vida autodestructivo.

Su madre, Wendy, no puede ver más allá de los encantos de Sam ni de sus propias necesidades emocionales, mientras que su hermano menor, Brian, sucumbe a las maneras congraciadas de Sam. Sin embargo, a Jake le molesta la constante presencia de Sam en la casa, sobre todo cuando éste empieza a establecer reglas y disciplina para los chicos y espera que le obedezcan.

Jake se da cuenta de un negocio de drogas en el que participa Sam, roba las drogas y las esconde. Sam se vuelve verbalmente y luego físicamente violento con Jake, exigiendo la devolución de las drogas. Al ver este comportamiento, Wendy finalmente se da cuenta de que Jake sólo estaba protegiéndola a ella y a Brian, por lo que exige a Sam que se vaya. Sam comienza a golpear a Jake y luego intenta golpear a Wendy. Jake se enfrenta a Sam y le exige que se vaya, amenazando con matarlo si vuelve. Sam entonces se va mientras la familia se abraza. Wendy se disculpa y agradece a Jake por haber salvado la vida de la familia.