Dane Jensen (Gerard Butler) es un exitoso cazatalentos de Chicago que trabaja en la agencia de contratación Blackridge. Su vida gira en torno a cerrar tratos en una sala de calderas de supervivencia. Al comienzo de la película, Jensen se muestra centrado en su trabajo, pero también intenta ser un hombre de familia. Su jefe Ed Blackridge (Willem Dafoe) le ofrece a Jensen un ascenso que le llevará a controlar la empresa. Para conseguir el ascenso, debe superar los números de su ambiciosa rival Lynn Wilson (Alison Brie). La concentración de Jensen en el trabajo se convierte en un perjuicio para su familia. Su esposa Elise (Gretchen Mol) le pide que pase más tiempo con la familia.

Jensen intenta pasar tiempo de calidad con su hijo mayor Ryan (Maxwell Jenkins), para preparar a Ryan para el mundo de los adultos. Jensen descubre que Ryan está al borde de la obesidad infantil y lo lleva a correr por la mañana. Jensen se da cuenta de que su hijo se queja constantemente de cansancio y tiene moratones. Jensen trabaja más duro y pasa más tiempo en la oficina para intentar conseguir el ascenso, pero no le parece bien a Elise. Ella le pide que priorice. Más tarde, a Ryan le diagnostican un cáncer, lo que conmociona a Jensen. Éste pasa más tiempo con su hijo, lo que hace que sus números -requisito para el ascenso- bajen. Mientras tanto, Lynn aprovecha la oportunidad para aprovecharse de sus clientes y anota. La película culmina con Ryan cayendo en coma antes de mejorar, y con Jensen perdiendo su trabajo en la empresa de Ed, por no obtener beneficios. El estricto Ed libera a Jensen de su acuerdo de no competencia. Jensen crea su propia empresa y también invierte con su familia.