Tras un escándalo personal, el instructor de la academia de policía Lee Young-nam es trasladado desde Seúl para asumir el cargo de jefe de la subestación de policía en una tranquila ciudad costera de Yeosu. Young-nam pasa desapercibido y tolera los excesos de la borrachera de los lugareños, pero bebe mucho en casa, decantando el soju en botellas de agua.

Young-nam conoce a Sun Do-hee, una chica de 14 años tímida y retraída, cubierta de cortes y moratones. Do-hee es acosada por sus compañeros de clase y golpeada por su padrastro borracho, Yong-ha, y por su abuela borracha; su madre biológica los abandonó. Los lugareños callan las injusticias de Yong-ha, ya que es el principal empleador del pueblo, un criador de ostras.

Después de que el cuerpo de la madre de Yong-ha aparezca flotando en el agua, lo que se considera una muerte accidental causada por la conducción en estado de ebriedad, Yong-ha vuelve a atacar a Do-hee. Preocupada por la seguridad de Do-hee, Young-nam le ofrece quedarse con ella durante las vacaciones de verano, a pesar del escrutinio de los aldeanos. Por primera vez, Do-hee tiene a alguien que no le pega y que la llama por su nombre en lugar de insultarla. Do-hee se baña con Young-nam y la imita, vistiendo su uniforme y cortándose el pelo con el mismo estilo.

Young-nam es seguida hasta Yeosu por su ex novia, que le pide que se mude a Australia con ella. Discuten y se besan, y son vistos por Yong-ha. Cuando Young-nam descubre que emplea a inmigrantes ilegales mal pagados, Yong-ha cuenta a la policía que Young-nam abusó sexualmente de Do-hee. Young-nam es detenida. Afirma que no tuvo ningún contacto indebido con Do-hee y que acoger a un niño maltratado era su deber; el investigador responde que se trata de un comportamiento inapropiado para una mujer gay. Do-hee le cuenta al investigador que Young-nam abusó sexualmente de ella, y Young-nam es encarcelada. Do-hee es devuelta al cuidado de su padre y se le da un número al que debe llamar si su padre vuelve a golpearla.

En la casa de su familia, Do-hee se desnuda, marca el número y esconde el teléfono, luego acaricia a su padre dormido. Éste se despierta y comienza a gritarle. Ella llora en señal de protesta, diciéndole que "le duele". La policía irrumpe y detiene al padre. Do-hee cuenta a los investigadores que su padre le dijo que mintiera diciendo que Young-nam había abusado de ella. Young-nam es liberada y recibe una disculpa. Visita a Do-hee y le pregunta si hizo lo que le pasó a su padre y a su abuela a propósito, y luego se va. Mientras la conducen fuera de la ciudad, le dice al oficial que pare el coche. Encuentra a Do-hee y le pide que la acompañe.