Malik El Djebena, un joven francés de 19 años de origen argelino, es condenado a seis años de prisión por atacar a los agentes de policía. Solo y analfabeto a su llegada, cae bajo el dominio de los mafiosos corsos, dirigidos por César Luciani, que impone un régimen brutal.

La prisión está dividida entre dos facciones principales: los corsos y los musulmanes. Malik se mantiene al margen. Cuando Luciani le obliga a ser el asesino involuntario de Reyeb, un testigo musulmán en un juicio, Malik se gana la protección de los corsos a pesar de su origen norteafricano.

Malik sirve como sirviente de bajo nivel a los corsos, que lo tratan con desdén. Mientras tanto, le persiguen visiones del asesinado Reyeb.

Cuando la mayoría de los corsos son trasladados o liberados, Luciani se ve obligado a dar a Malik más responsabilidades. Habiendo aprendido corso en secreto, Malik actúa como los ojos y los oídos de Luciani en la prisión. Cuando Malik se gana el privilegio de tener permisos de un día fuera de la prisión, Luciani confía en él para llevar a cabo los negocios delictivos de Luciani en el exterior.

Ryad, un amigo musulmán, enseña a Malik a leer y escribir, y ambos se hacen amigos. Ryad le enseña a Malik su propia herencia, le presenta a otros dos musulmanes, Tarik y Hassan, y aumenta su poder dentro de la prisión.

Malik también se relaciona con un traficante de drogas de la prisión, Jordi. Cuando Ryad obtiene la libertad anticipada por un cáncer testicular, los tres socios organizan una empresa de tráfico de drogas para vender hachís. Pero cuando Ryad es secuestrado por el narcotraficante Latif, Malik rastrea al pariente de Latif dentro de la prisión. Secuestra a la familia del pariente y obliga a la banda de Latif a liberar a Ryad.

Cuando Luciani descubre que Malik está utilizando sus liberaciones diarias para su propia empresa personal, lo castiga. Malik es enviado a Marsella a reunirse con Brahim Lattrache, otro musulmán, que está implicado en un acuerdo entre Luciani y los Lingherris, un grupo mafioso italiano. Lattrache está resentido con los corsos por el asesinato de Reyeb y retiene a Malik a punta de pistola. Cuando Malik ve una señal de advertencia sobre los ciervos, recuerda un sueño reciente en el que aparecían ciervos corriendo por la carretera. Les dice a sus secuestradores que corren el riesgo de chocar con animales salvajes y, de repente, golpean a un ciervo. Lattrache queda impresionado por Malik, lo llama profeta y acepta hacer negocios criminales con él en lugar de con Luciani, a pesar de que Malik admitió que había matado a Reyeb.

Luciani cree que hay un "topo" en su organización y decide utilizar a Malik para asesinar a Jacky Marcaggi, el jefe de la mafia corsa, por tratar en secreto con los Lingherris. Pero Malik y Ryad tienen su propio plan para Marcaggi: matan a sus guardaespaldas, lo secuestran y le informan de que fue Luciani quien ordenó el golpe antes de abandonarlo en la ciudad.

Malik se refugia en casa de Ryad con su mujer y su hijo pequeño. El cáncer de Ryad ha vuelto; su decisión de renunciar a más quimioterapia le deja sólo seis meses de vida. Consigue que Malik prometa cuidar de su familia cuando él no esté.

Cuando Malik regresa a la prisión, se le pone en aislamiento por haber regresado tarde -lo que le pone fuera del alcance de las represalias de Luciani- mientras Marcaggi utiliza su influencia para acabar con gran parte de la facción de Luciani. Una vez de vuelta a la población general, Malik se une a la facción musulmana en el patio. Cuando un Luciani ahora impotente intenta acercarse a él, dos musulmanes lo interceptan y lo golpean.

El día de su liberación, Malik es recibido por la esposa y el hijo de Ryad fuera de la prisión. Salen juntos, seguidos por un convoy de vehículos que transportan a los nuevos socios de Malik.