Roman Melnyk, trabajador de la construcción, tiene permiso para salir del trabajo antes de tiempo para preparar la llegada de su esposa Olena y su hija embarazada Nadiya desde Nueva York, a bordo del vuelo AX 112. En el aeropuerto para recibir a su familia, Roman recibe la noticia de que el AX 112, con su mujer y su hija a bordo, ha sufrido un accidente. Roman está desolado y culpa al controlador aéreo de la muerte de su familia.

Mientras tanto, Jacob "Jake" Bonanos, controlador aéreo, está felizmente casado con Christina, con quien tiene un hijo pequeño llamado Samuel. Jake está de servicio la noche del accidente, que se produce cuando su colega está en la pausa para el café, lo que obliga a Jake a hacer el trabajo de ambos, y las líneas telefónicas necesarias para comunicarse con otros aeropuertos están brevemente fuera de servicio mientras están en mantenimiento. Queda desolado tras ver cómo el AX 112 y el otro vuelo, el DH 616, desaparecen del radar, sabiendo que los dos aviones chocaron y se destruyeron. Aunque los investigadores no pueden responsabilizar a Jake del accidente y de la muerte de los pasajeros, él se culpa a sí mismo; a medida que pasa el tiempo, se va deshaciendo poco a poco, tensando la relación con su familia, y no está dispuesto a hablar de lo sucedido.

Se informa de que los 271 pasajeros y la tripulación murieron en la colisión en el aire. Roman acude al lugar del accidente y, haciéndose pasar por un voluntario sin relación con las víctimas, recupera el collar de su hija y los cuerpos de su mujer y su hija. En su casa, Roman permanece escondido, cuando se acerca Tessa Gorbett, una periodista, que expresa su interés por escribir un libro sobre el incidente. Acaba dejando algunos artículos anteriores sobre catástrofes aéreas sobre los que había escrito (para demostrar su fidelidad a la exactitud y la objetividad) a través de la ranura del correo de la puerta.

Debido a la gravedad del incidente, el abogado de su empresa aconseja a Jake que se traslade a otro estado y adopte un nuevo nombre por su seguridad y la de su familia. Roman se reúne con los abogados John y James Gullick, que intentan sin éxito convencerle de que firme un acuerdo por el que la aerolínea pagará sus gastos de atención médica y mental, además de 85.000 y 75.000 dólares en concepto de daños y perjuicios por la pérdida de su esposa e hija respectivamente. Roman se niega a firmarlo, ya que ni la compañía ni los abogados se disculpan por la pérdida de su familia.

Un año después, Roman y otros familiares de las víctimas del accidente asisten a la inauguración de un monumento conmemorativo recién terminado en el lugar del accidente. Jake, que se ha trasladado a otro estado, trabaja ahora en una agencia de viajes, con el nombre de "Pat Dealbert", y vive solo. Roman también se ha trasladado a otra ciudad y ahora trabaja como carpintero.

Roman conoce a Tessa y le pide, como favor, que encuentre a Jake. Más tarde, Tessa revela el nombre y la ocupación de Jake, pero al principio se niega a dar su dirección. Más tarde, Roman localiza el edificio donde trabaja Jake y lo sigue hasta su apartamento. Allí, después de esperar un día, en un día en el que Christina y Samuel casualmente están visitando a Jake durante el fin de semana, Roman se enfrenta a él en su puerta. Jake le dice que fue un accidente sin disculparse, por lo que Roman le apuñala en el torso y el cuello. Jake cae al suelo y se desangra, mientras Christina y Samuel sollozan y Roman delira junto a ellos en el sofá.

Roman es condenado por asesinato y cumple 10 años de su condena, y luego es liberado anticipadamente en libertad condicional, dadas las circunstancias atenuantes que motivaron su crimen. Mientras visita la tumba de su familia, conoce a un desconocido. El joven resulta ser Samuel, que ha seguido a Roman con la intención de matarlo para vengar el asesinato de su padre. Sin embargo, Roman se disculpa, y Samuel, abrumado por la emoción, se da cuenta de que no puede llevar a cabo la ejecución porque no es lo que le han enseñado. Permite que Roman se vaya. Roman sale vivo, pero ahora debe pasar el resto de su vida lidiando con las secuelas de su crimen.