Tiempo atrás Bryan Mills fue uno de los operativos de la CIA más habilidosos, especializado en operaciones especiales y en prevenir desastres. Ahora, ya retirado, se dedica a intentar rehacer una relación que nunca existió con su hija de 17 años. Ésta tiene todo lo que quiere gracias al dinero de su padrastro, pero para su última decisión, irse de viaje a París, necesita el permiso de su padre por escrito.

Mills se lo piensa mucho, y al final, a regañadientes, termina cediendo, aunque imponiéndole ciertas condiciones de conducta a su hija. Al llegar a París, la chica, Kim, y la amiga con la que viajaba, conocen a un joven muy simpático con el que comparten taxi. Éste les acompaña hasta la casa donde se alojan y las saca la información del piso en el que viven, con una fiesta nocturna como aparente excusa. Poco después unos hombres entran en el piso mientras Kim está hablando con su padre al teléfono, y secuestran a ambas chicas. Pero Mills advierte a los secuestradores por teléfono: han secuestrado a la hija del hombre equivocado.

El protagonista les buscará, les encontrará, y los matará.

La virginidad de Kim le da su billete de salida hacia un destino, ligeramente mejor, que el de su amiga Amanda, que ya murió por sobredosis. Un millonario francés planea venderla en una subasta entre ricachones que buscan carne fresca para sus harenes. Pero Mills ha encontrado el lugar y no le cuesta demasiado acceder a una de las habitaciones de puja.

Allí coacciona al comprador que había la cabina para que compre a su hija, con el objetivo de rescatarla de inmediato. Desgraciadamente, al salir del cuarto recibe un golpe y los hombres del francés que organizaba la venta le capturan. Cuando todo parece acabado, Mills se marcha del lugar no antes de cargarse a todos los hombres del francés (él incluido). Éste, antes de ser acribillado a balazos le dijo que su hija estaría en el puerto, en el barco del jeque árabe que la compró.

Al protagonista no le cuesta mucho llegar. Ya en el barco se enfrenta con todos los hombres del árabe y, cara a cara con el jeque, que tiene agarrada a su hija, le apunta con la pistola. El árabe abre la boca para negociar, pero Mills le dispara en la cabeza: él no negocia.

Bryan vuelve a los Estados Unidos con su hija y se despide de ella con un abrazo. Tiempo después vemos cómo los dos visitan la casa de Sheerah para que Kim tenga la oportunidad de participar en una audición con su entrenador vocal.