Alex Kraken es una persona intersexual de 15 años, nacida con genitales masculinos y femeninos, que ha estado viviendo y presentándose como mujer y utilizando medicamentos para suprimir los rasgos masculinos, como la barba, e intentar tener rasgos más femeninos. En el momento de la película, Alex ha dejado recientemente de tomar su medicación sin decírselo a sus padres, lo que hará que sus rasgos masculinos empiecen a desarrollarse más.

Los padres de Alex se trasladaron con ella desde Argentina a un pueblo junto al mar en Uruguay, para evitar las opiniones discriminatorias de la sociedad y las estrictas expectativas de género. Querían ayudarla a resguardarse del acoso que sufría. Su padre, Néstor Kraken, es un biólogo marino que ha escrito un libro sobre la sexualidad y se gana la vida tratando a los animales heridos que encuentran los pescadores. Su madre, Suli, invita a unos amigos de Argentina: un cirujano, su mujer y su hijo adolescente Álvaro. El propósito, desconocido para Néstor y Alex, es discutir las posibilidades de la cirugía de reasignación de sexo, con la discreta esperanza de que Alex decida ser mujer y se opere en un principio.

La introducción de la relación entre Alex y Álvaro complica aún más el drama de la película. Cuando Alex le pregunta directamente a Álvaro si quiere tener sexo, ella se niega inicialmente, pero Álvaro la sigue más tarde desde la playa y ella lo seduce. Comienza a tener relaciones anales con él (con ella como pareja penetrante), y aunque Álvaro se sorprende no detiene a Alex. Néstor los ve a través de la puerta y se detienen, y Álvaro sale corriendo sintiéndose conflictuado y aún en pánico por la inesperada inversión de roles sexuales. Cuando Alex se disculpa más tarde, Álvaro revela que le ha gustado y que no tiene malos sentimientos hacia ella.

Esta escena abre el diálogo para el público sobre los roles de género y permite a ambos personajes, Alex y Álvaro, la oportunidad de cuestionar sus propias identidades y deseos. Álvaro es criado por unos padres bastante conservadores, y hacia el final de la película su padre incluso expresa el deseo de que su hijo no sea gay. Sin embargo, Álvaro empieza a cuestionarse a sí mismo porque disfrutó de la experiencia sexual con Alex a pesar de que éste le practicaba sexo anal. Está explorando su propia identidad sexual y de género dentro de los límites de las expectativas de sus padres, lo que contrasta con el personaje de Alex que recibe el apoyo de sus padres sobre su situación.

Al mismo tiempo, Alex se cuestiona sus propias decisiones sobre su identidad y se enfrenta a la frustración de su propio cuerpo y a las limitaciones que le impone la sociedad. Después de que su padre se entere de la experiencia sexual entre su hija y Álvaro, se da cuenta de que su hija ya es lo suficientemente mayor como para tomar sus propias decisiones sobre su vida y su identidad sexual, y pide consejo a un hombre transexual sobre el que había leído en los periódicos años atrás. El hombre le expresa su agradecimiento por el hecho de que los padres de Alex hayan optado por no tomar la decisión por ella al nacer, "castrándola", y le hayan permitido tomar su propia decisión ahora. El padre de Alex se siente reconfortado por esta conversación y vuelve a reconocer a Alex que ahora es mayor y debe tomar su propia decisión.

Más adelante en la película, tres chicos del pueblo agreden sexualmente a Alex bajándole los pantalones a la fuerza para ver sus genitales. Alex se siente avergonzada por este encuentro, perpetrado por los amigos de Vando, su ex amigo y probable ex pareja sentimental. Néstor se da cuenta de que denunciar esto a la policía haría que todo el pueblo conociera el estado de Alex. Sin embargo, Alex decide que eso no importa. Alex también decide que no quiere volver a tomar medicamentos ni operarse. Cuando su padre le pregunta si quiere elegir ser hombre o mujer, Alex responde "¿Y si no hay nada que elegir?".

A lo largo de la película hay múltiples reconocimientos de la curiosidad del público por los genitales de Alex. Esto se ve a través de las acciones de otros personajes en la pantalla, sobre todo del grupo de chicos que asaltan a Alex mientras ella está en la playa. Al final de la película, Álvaro y su familia se preparan para subir al barco que los llevará de vuelta a Buenos Aires. Todavía hay tensión entre ellos después de su último encuentro en el bosque. Álvaro se aleja de su familia para ir a sentarse detrás de un muro de la playa con Alex durante unos momentos. Le muestra que ha empezado a llevar la etiqueta de tortuga que ella le había regalado anteriormente. Le pregunta si volverá a verla, y ella le dice que no cree que lo haga. Ambos admiten haberse enamorado el uno del otro, pero cuando Álvaro intenta besar a Alex, ella lo empuja. Marcada por su experiencia en la playa con los tres chicos, le pregunta si se arrepiente de no haberla vuelto a ver o de no haber podido verla más. Ella se baja los pantalones para mostrarle a Álvaro sus genitales, y el público observa a Álvaro mientras mira a Alex. La cámara se detiene en la cara de Álvaro mientras mira los genitales de Alex y el público se da cuenta de que el estado de los genitales de Alex no se dará a conocer. El padre de Álvaro lo agarra y Alex se sienta contra la pared durante unos momentos llorando antes de volver con su familia.

El plano final es de Alex y su familia dejando a sus invitados en el barco y caminando por el paseo marítimo. Alex agarra la mano de su padre y se la echa al hombro antes de que la cámara se desplace a una toma del océano, enfocando la lejana línea de transición entre el cielo y el mar.