Travis Hunter (Steven Seagal), un antiguo agente de la CIA criado en Japón, recibe una importante misión: descubrir a los responsables del asesinato del gobernador de Tokyo. Hunter no tarda en descubrir que tras esto se encuentra un enrevesado plan de la nueva yakuza japonesa y de la mafia china para colaborar y reinar en las calles niponas. El protagonista tendrá que pararles los pies a todos ellos y salir vivo.

¿CÓMO TERMINA?

Cuando Kuroda manda asesinar a Nayako, la prometida de Travis, las cosas se salen de madre. A partir de ese momento Hunter decide que hasta ahí han llegado las cosas. Con la ayuda del artista tatuador Kawamura y de Jewel, Travis se encaminará a terminar con los responsables de la mafia china y de la nueva yakuza. Muerto el cabecilla de la organización china, el asalto a las instalaciones de Kuroda se saldará con una brutal batalla de katanas donde Kawamura, que tiempo atrás sufrió el asesinato de su familia por parte de Kuroda, se verá las caras con su enemigo. Un disparo le detendrá, pero la aparición de Travis finiquitará el currículum delictivo de Kuroda (a quien rajará como un cerdo). Al destruir a todos los nuevos yakuza, se aseguran de no dejar huellas y el grupo desaparece de la escena.

Tiempo después vemos cómo la vieja yakuza recupera su posición con un nuevo lider y cómo Travis envía la placa de su joven compañero asesinado. Pero Travis recibe una llamada: es la hora de volver al trabajo.