Lincoln Hawk es un camionero que también practica la lucha libre para ganar dinero extra. La esposa de Hawk, Christina, que está enferma del corazón, le pide a Hawk que recoja a su joven hijo Michael de la escuela militar y que desarrolle una relación con él; Hawk les había abandonado diez años antes. El rico abuelo de Michael, Jason Cutler, cree que Hawk no tiene derecho a estar en la vida de su nieto. Michael desconfía inicialmente de Hawk y lo trata con desprecio en todo momento.

En el transcurso de un viaje de Colorado a California, los dos se reconcilian y establecen un vínculo. Cuando finalmente llegan al hospital, Christina ha muerto por complicaciones durante la operación. Michael culpa a Hawk de retrasar su llegada y se marcha inmediatamente a la finca de su abuelo. Un intento de recuperar a Michael termina con la detención de Hawk cuando recurre a embestir la mansión cerrada. Michael visita a Hawk en la cárcel y le perdona, pero dice que se siente más seguro viviendo con su abuelo. Como condición para que se retiren los cargos, Hawk se ve obligado a ceder la custodia de Michael a Cutler.

Hawk se va a competir en el Campeonato Mundial de pulsos en Las Vegas, con la esperanza de crear su propia empresa de camiones con el premio, a pesar de su condición de desvalido. La mayoría de los otros participantes son mucho más grandes, incluyendo a Bull Hurley, que es el campeón mundial invicto durante los cinco años anteriores y el favorito para ganar de nuevo. Cuando Hawk llega, vende su camión y utiliza las ganancias para apostar por sí mismo (como una posibilidad 20-1) para ganar. Mientras tanto, Michael se entera de que Cutler ha separado a sus padres y ha estado interceptando y escondiendo las cartas que Hawk le escribía regularmente. Aturdido por los engaños de su abuelo, Michael roba una camioneta y conduce hasta Las Vegas para encontrar a Hawk.

Hawk avanza hasta los últimos ocho competidores en el torneo de doble eliminación antes de sufrir su primera derrota, lesionándose el brazo en el proceso. Cutler, que también se encuentra en Las Vegas, convoca a Hawk en su suite del hotel y le ofrece la oportunidad de empezar de nuevo: 500.000 dólares y un semi de alta gama (incluso mejor que el gran premio del torneo) con la condición de que se aleje de sus vidas para siempre, pero Hawk se niega. Vuelve al torneo con una mayor concentración y avanza hasta la final contra Hurley. Michael encuentra a Hawk y se disculpa por haberle juzgado mal, lo que da a Hawk el apoyo emocional que necesita para competir. Tras un largo partido, Hawk consigue vencer a Hurley y gana el torneo. Un Hawk triunfante y Michael cogen su nueva camioneta, el premio en metálico y las ganancias del juego y se marchan para empezar una nueva vida juntos.