Vivian Hill (Rebecca De Mornay) fue asesinada porque no quiso firmar el informe medioambiental fabricado sobre un oleoducto que el gobernador John Meserve (Patrick St. Esprit) quería construir. Con la ayuda de su amigo Dennis (Christopher Meloni), Stanley Hill (John Travolta) mata a todos los involucrados en la muerte de su esposa, incluyendo al Gobernador Meserve. Al estar rodeado por la policía, Stanley intenta suicidarse con un policía pero se salva gracias a su chaleco antibalas.

En el hospital, su hija se entera de que, debido a sus antecedentes en las fuerzas especiales, su padre será enviado a un tribunal militar en el que no tendrá rastro, ni abogado, ni forma de defenderse, permitiendo esencialmente que el gobierno lo encierre indefinidamente. Mientras descansa, Stanley se enfrenta a un policía corrupto que se ha escapado, pero Stanley lo mata con un arma que su hija le dio antes. Dennis llega y saca a Stanley del hospital.

La película termina con la hija de Stanley recibiendo una tarjeta postal de él dirigida desde Brasil (donde no hay extradición a los EE.UU.) haciéndole saber que está bien y que espera poder verla de nuevo algún día.