De forma un tanto inesperada, Studio Trigger, en colaboración con CD Projekt Red, ha lanzado el mejor anime del año en forma de Cyberpunk: Edgerunners, un spin-off del calamitoso RPG de mundo abierto del estudio polaco. Esta serie de diez partes, rica en historia y con un estilo y una acción muy intensos, es una empresa complicada, así que vamos a desgranar el conjunto de la serie y su final.

El protagonista es David Martínez, un joven que vive en Night City bajo el pulso de las megacorporaciones que han mercantilizado todos los aspectos de la vida privada y pública. David quiere hacer algo por sí mismo, pero la Academia Arasaka, en la que su sufrida madre, Gloria, ha conseguido matricularle, está destinada sobre todo a los ciudadanos más ricos, especialmente a los que han sido aumentados con modificaciones cibernéticas. La escena inicial nos da una idea de cómo es esto, ya que muestra a un hombre corpulento que se ha vuelto "ciberpsicótico" por culpa de demasiados implantes y que ha matado a mucha gente antes de que un equipo de especialistas pueda acabar con él.

Explicación del final de Cyberpunk: Edgerunners

Sin embargo, después de que Gloria muera en un tiroteo en la carretera y de que el frío sistema médico sienta poca simpatía por David, éste instala un mod que encuentra en su casa y que le da una especie de supervelocidad en tiempo de balas y acaba por enrollarse con una netrunner (léase: hacker) llamada Lucy. Juntos, empiezan a realizar trabajos y a ganar dinero, atrayendo la atención del tipo equivocado debido a sus habilidades relativamente especiales: David tiene una tolerancia inusualmente alta a los aumentos, mientras que Lucy está huyendo de un programa especial de Arasaka de cría de netrunners especializados.

A lo largo de la temporada, David y Lucy se enredan románticamente, mientras que David asciende a la cima de su banda después de que el líder inicial, Maine, vaya demasiado lejos con sus modificaciones y se vuelva psicópata. Esto funciona como una especie de cuento con moraleja, ya que un poco más tarde, una vez que Lucy cae en el cautiverio de un arreglador de Night City llamado Faraday, David se pone un prototipo de exoesqueleto experimental que bien podría poner a prueba su tolerancia a los aumentos y llevarle al límite.

Hacia el final de la temporada, que está repleta de acción, David empieza a refugiarse en su propia mente, imaginando que sus muchos asesinatos cumplen las expectativas de su difunta madre, e imaginándose feliz con Lucy, en una vida más idílica lejos de todo este caos y sufrimiento. Se han tomado algunas decisiones atrevidas, especialmente la de hacer que Adam Smasher -reconocible para los fans de la franquicia- mate a David, y que Falco escape con Lucy. Es un final adecuadamente morboso para una historia ambientada en este mundo profundamente cínico. Sin embargo, el escenario da para muchas más historias como ésta.