Durante el juicio, Warren admite su participación en el asesinato de Reena. Dice que ayudó a arrastrar su cuerpo hasta el agua, pero expresó su arrepentimiento por sus acciones. «Estaba allí mismo cuando Kelly le sujetó la cabeza bajo el agua; no le dije que parara», confiesa Warren. El adolescente se dirige a los padres de Reena y dice al tribunal: «Lo lamentaré el resto de mi vida». Warren acaba siendo acusado de asesinato en segundo grado.

Por otro lado, el juicio de Kelly se desarrolla de forma desquiciada y ella tiene un arrebato emocional. Kelly niega totalmente su implicación y grita al fiscal por sugerir lo contrario. Acaba recibiendo la pena mínima de al menos cinco años de cárcel por asesinato en segundo grado, lo que se considera un acto de injusticia.

Cam conecta con Rebecca después de haber estado enemistadas tras su encuentro romántico debido al interés periodístico de Rebecca en el caso. Cam alivia parte de la culpa de Rebecca por la muerte de su hermano, que aparentemente se suicidó. Cam le dice a Rebecca que ella no causó la muerte de su hermano y le revela que va a dimitir del cuerpo de policía.

Pasa algún tiempo y Rebecca lee un pasaje de su libro y se ve a sí misma en un periódico por su implicación en el caso de Reena. Cam decide reencontrarse con su herencia indígena y visitar su pueblo natal.

De vuelta en casa de los Virk, Suman experimenta un breve momento de liberación cuando decide escuchar el CD de rap favorito de Reena mientras está en su habitación. Se sienta satisfecha con su marido hasta que termina la canción.

Los créditos finales del episodio muestran el destino de algunas de las personas de la vida real que aparecen en la serie: La adolescente Dusty (Aiyana Goodfellow) ha compartido el arrepentimiento por sus acciones, Warren ha dedicado su vida a la justicia restaurativa y finalmente consiguió la libertad condicional con el apoyo de los padres de Reena, y Kelly fue condenada a cadena perpetua tras apelar dos veces sus cargos.