Cuando llegamos al episodio 13, está claro que el verdadero culpable aún no ha sido capturado. En muchos sentidos, volvemos a estar en el punto de partida, con el verdadero poder detrás del anillo de juego aún envuelto en la oscuridad. Aunque Dong-man está fuera de peligro tras su encontronazo con el Camión de la Perdición, vuelve a ver a sus colegas de la universidad de forma sospechosa. Por su parte, Sun-ho corre el riesgo de que su pasado de hacker sea descubierto por el jefe Han, a menos que Dong-man abandone la red de juego.

Sólo con unas sólidas habilidades de investigación (y la ayuda de sus amigos), Dong-man y Sun-ho podrán desenredar esta enmarañada red de mentiras y corrupción. Kang-hee diseña un plan con el apoyo de Bum-tae y Joon-wook, a pesar de saber que corren el riesgo de ser expulsados si los atrapan. Su misión: Ver si la tarjeta de acceso que Barcode Baddie le dio a Sun-ho realmente funciona en el campo de tiro del campus. Pero las cosas se tuercen rápidamente cuando Min-kyu pilla a los chicos en acción durante una patrulla. Se convoca una audiencia disciplinaria y, aunque las cosas se ven muy mal para ellos, Bum-tae y Joon-wook guardan silencio.

Pero todo esto es parte del plan más grande de Kang-hee. Le ha pedido a Min-kyu que "atrape" a los chicos para que se inicie una audiencia disciplinaria. Con todos los profesores preocupados en la audiencia, eso le da tiempo a Sun-ho para colarse en el campo de tiro y buscar pruebas. Hay una caja fuerte cerrada con llave y, con sus habilidades de hacker, descifra la contraseña a tiempo y encuentra un tesoro de documentos. Cuando sale Barcode Baddie (con una pistola apuntando directamente a Sun-ho), Kang-hee acude al rescate con una pistola eléctrica.

Dong-man llega a la audiencia, directamente desde el hospital. Entra en la audiencia disciplinaria y afirma que les dijo a los cadetes que revisaran el campo de tiro y que es un asunto que debe resolver él. Esto no impide que Sun-ho y la banda sean castigados, y el castigo de Sun-ho es el más severo: suspensión indefinida. Pero parece un pequeño precio a pagar teniendo en cuenta lo mucho que han conseguido Dong-man y compañía.
La prueba más importante es un libro de contabilidad lleno de nombres, afiliaciones y cantidades de dinero pagadas. El jefe Han es el que más dinero ha recibido después de un misterioso Joo Jae-il (que no tiene ninguna afiliación). El jefe Han también busca el libro de cuentas, y cuando se entera de que no se ha encontrado nada de eso, maniobra para que arresten a Sun-ho como cómplice del líder de la banda de jugadores.

La fiel hoobae de Dong-man, la oficial Joo, se sienta con Sun-ho y el libro de contabilidad. Es obvio que confía en Dong-man y en Sun-ho, así que cuando éste le pide que le preste un ordenador portátil, ella le consigue uno. En un abrir y cerrar de ojos, Sun-ho localiza a Joo Jae-il y la oficial Joo le pasa la información a Dong-man.

Con Sun-ho bajo custodia, Dong-man se dirige a su principal sospechosa, Hee-soo. Pero ella está extrañamente tranquila ante su acusación. No confirma ni niega sus sospechas. En su lugar, le dice que no piense en por qué la red de juego creó una fundación, sino en por qué la fundación se molestó en crear una red de juego ilegal. Seguir ese proceso de pensamiento le llevará al verdadero culpable.

Dong-man se encuentra frente a Joo Jae-il, que es una fábrica (Joo es una abreviatura de corporación). Es en la fábrica de Jae-il donde Dong-man reconstruye la verdad final de quién es el cerebro detrás de todo esto: El profesor Seo.

Resulta desgarrador saber qué impulsó al profesor Seo a iniciar todo esto en primer lugar, y hay paralelismos con el hackeo inicial de Sun-ho del anillo de apuestas para los gastos médicos de su padre. El hijo del profesor Seo, Min-woo, había sido en su día un consumado oficial, pero tuvo un terrible accidente mientras estaba en medio de la detención de un culpable: el profesor Go. Min-woo resultó gravemente herido y vivió porque el profesor Go lo rescató, mientras que su compañero, el marido de Hee-soo, perdió la vida. El profesor Seo había creado la fundación para atender a los agentes heridos y a las familias de los agentes caídos.

Aunque al principio no se había enterado de los métodos desagradables que se estaban utilizando, una vez que se enteró de lo que estaba ocurriendo tampoco se entregó. Hee-soo se había dado cuenta de que el profesor Seo era el hombre que estaba detrás de la fundación cuando el profesor Go fue arrestado, pero no sintió que pudiera hablar entonces.

La muerte de su hijo Min-woo y la gravedad de todo lo que se ha hecho en nombre de la fundación golpea duramente al profesor Seo. Está a un paso de quitarse la vida, pero Dong-man le aparta del borde y le custodia a tiempo.

La red de apuestas y el asunto del futuro de Sun-ho en la policía se resolvieron de forma satisfactoria. Todas las partes implicadas han confesado y admitido sus malas acciones (menos el jefe Han, pero no se puede esperar que una cebra cambie de rayas). Sun-ho decide seguir su conciencia. Se da de baja de la universidad y confiesa que ha hackeado la red de juego. Aunque ya no hay pruebas del delito, devuelve el dinero (gracias al Banco de Papá y a que Seung-bum nunca ha gastado un céntimo) y ayuda a saldar su deuda con la sociedad creando un programa de seguimiento para detener a los hackers.

Un práctico salto temporal de dos años nos trae el último año de la cohorte de Sun-ho, menos Sun-ho, por supuesto. Cuando los futuros graduados regresan al campus para cursar su último año, están a punto de comenzar el entrenamiento básico para la clase de primer año. ¿Y quién levanta la mano cuando el profesor Kwon pide voluntarios para ser líderes? Sun-ho. Gracias a una táctica administrativa del profesor Kwon y Dong-man, la primera aceptación de Sun-ho en la universidad había sido cancelada, despejando así el camino para que Sun-ho volviera a la escuela y se convirtiera en policía.

Fue un dulce final para un drama que acabó siendo algo más que aspirantes a policías y crimen. La serie no era perfecta, pero había mucho que amar y conmover.

Una de las pocas pegas que tengo que poner es que casi todo el mundo acabó emparejado. Fue un poco innecesario, pero también espero que Hee-soo y el profesor Kwon tengan una larga y feliz vida juntos. Otro punto negativo fue la ruptura de Kang-hee y Sun-ho, porque estaban mejor como pareja feliz que en modo angustioso. (Sin embargo, ese amago de Truck of Doom con Sun-ho hizo que la ruptura casi mereciera la pena).

Desde Sun-ho hasta Jin-woo y el profesor Seo, Police University nos enseñó que, aunque no puedas deshacer tus errores, tu pasado no te hace irredimible. Aunque hayas ido demasiado lejos por el camino equivocado, siempre hay un camino de vuelta.